¿Diálogo circular o propaganda?
Para el presidente, las conferencias matutinas son “un diálogo circular” y un ejercicio de “rendición de cuentas” abierto al “pueblo”. En contraparte, organizaciones civiles en México y a nivel internacional han mostrado su preocupación debido a que desde la más alta tribuna del Poder Ejecutivo se critique, acuse y denueste a todos los que no estén de acuerdo con la forma de pensar y gobernar de la llamada “cuarta transformación”, especialmente a la prensa crítica.
Cuando el Instituto Nacional Electoral ha ordenado medidas cautelares y que las mañaneras no se transmitan en vivo por representar propaganda gubernamental, el presidente ha acusado un intento de censura. “Yo aprovecho para convocar a los mexicanos a que opinen si está bien que el INE nos silencie, si está bien que en México nuestro país no pueda hablar el presidente, no pueda informar”, dijo el pasado 12 de enero.
Para Luis Estrada, director de Spin-Taller de Comunicación Política, quien ha realizado el seguimiento de las más de 500 mañaneras, este ejercicio sin duda es propaganda gubernamental.
“No es un ejercicio ni de transparencia, ni de rendición de cuentas, ni de información, las veces que se le ha solicitado al gobierno documentación que sustente lo que dice en sus conferencias, declaran que no existe”, afirmó en entrevista.
Ejemplos de que Presidencia no entrega evidencia de lo que se denuncia o expone en las conferencias se cuentan por decenas. Por ejemplo, el 6 de septiembre de 2019, el presidente acusó que durante un vuelo realizado por el expresidente Enrique Peña Nieto hubo excesos que costaron al erario 1 millón 074,670 pesos en la compra de rastrillos, geles, cepillos dentales, agua de tocador y otros. Sin embargo, al solicitar las facturas que el presidente ofreció como prueba, la Oficina de la Presidencia respondió que “No se localizó evidencia documental”.
Estrada explicó que, en promedio, durante cada conferencia el presidente emite 85 enunciados que no son verdaderos, muy por arriba de los que The Washington Post le contabilizó en sus cuatro años de gestión a Donald Trump, que tuvo 30,000 en todos sus actos de gobierno, mientras que al inicio de su tercer año, López Obrador rebasaba las 48,000.
“Con ese antecedente, nosotros en Spin creemos que las mañaneras son un ejercicio de propaganda”, advirtió.