El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que en su administración los feminicidios han aumentado en 8%, aunque consideró que estos anteriormente no se clasificaban como se hace durante su gobierno.
“De 11 delitos considerados de mayor impacto, solo dos han presentado aumento: el feminicidio, que creció en 8% y que posiblemente no se clasificaba como ahora, y la extorsión, que aumentó en 21%”, afirmó.
En el noveno informe de gobierno desde que inició su administración —con una duración de 38 minutos—, el presidente aseguró que en el objetivo de pacificar al país se han logrado resultados: en huachicol, una baja de 95%; en homicidios dolosos, de 1.6%; en robo de vehículos, de 40%, y en secuestro, de 38%.
Aún no se logra una disminución en feminicidios, pero para el mandatario la explicación está en que, antes de su llegada a la presidencia, el asesinato de una mujer se clasificaba solamente como homicidio.
El feminicidio está tipificado en el Código Penal Federal desde el 14 de junio de 2012.
En lo que va de la administración de López Obrador, que arrancó el 1 de diciembre de 2018, se han registrado más de 2,100 feminicidios en el país, en promedio, 80 cada mes.
La situación de la violencia contra las mujeres ha sido un constante motivo de tensiones entre el presidente y organizaciones feministas, que le reclaman que no reconozca la gravedad del problema.
Acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, el presidente inició su primer informe de gobierno de 2021 rindiendo un homenaje a los más de 200,000 fallecidos por COVID-19, para lo que se entonó un toque de silencio.
En Palacio Nacional, arrancó su mensaje sosteniendo que, aun en crisis, la fórmula de gobernar con honradez y austeridad da resultados.
“Aun con la fuerte pandemia del COVID-19 y otras calamidades, México se transforma y progresa con justicia y paz social... Gobernar con honradez y austeridad funciona incluso en circunstancias de crisis”, dijo.
Esa política de austeridad, afirmó el Ejecutivo, le ha permitido ahorros que se han ocupado en la política de bienestar, a través de programas como el de pensión para adultos mayores, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
López Obrador agradeció a las Fuerzas Armadas, a las que ya les ha encargado más de 25 tareas, como combate al huachicol, control de la migración, apoyo contra la pandemia, seguridad pública y construcción de obras. Pese a ello, negó que México se esté militarizando.
“Las acusaciones de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y en su mayoría de la más elemental buena fe, no se ha ordenado que hagan la guerra a nadie, no se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades”, afirmó.
El reconocimiento del presidente a las Fuerzas Armadas se da a horas de que un soldado matara al migrante guatemalteco Elvin Mazariegos Pérez, por “una reacción errónea” ocurrida en un retén en Chiapas, según se informó.
Durante su mensaje, López Obrador argumentó que sin los militares ni la Guardia Nacional su gobierno no habría podido enfrentar la inseguridad.
El presidente también abordó el tema energético, que en las últimas semanas lo ha enfrentado con el sector privado. Adelantó que seguirá fortaleciendo a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad, y advirtió que continuará con la revisión de contratos “leoninos”.
En su mensaje, al cual solo acudieron miembros de su gabinete legal y ampliado, el mandatario no fue interrumpido por aplausos, que llegaron hasta el final del discurso.
