La defensa vino del político tabasqueño. “Nosotros apreciamos a Alberto, lo consideramos un hombre consecuente, de modo que no vamos a opinar sobre este asunto en estos momentos”, dijo a pesar que días atrás criticó que políticos de primer nivel, incluso a escondidas, se hayan vacunado contra el COVID-19.
“Callan como momias y gritan como pregoneros cuando se trata de atacar al gobierno de la transformación”, dijo López Obrador.
El tema dio paso a que los presidentes de ambas naciones se lanzaran en contra del acaparamiento de las vacunas contra el coronavirus y que pone a Estados Unidos, China y Reino Unido como los tres países con más personas vacunadas, mientras México figura en el sitio 19 y Argentina en el 24.
Luego vino otra pregunta incomoda: ¿por qué no usan el cubrebocas? Desde el inicio de la pandemia López Obrador se ha rehusado a portarlo, salvo cuando ha sido obligatorio. Su invitado sí lo portó en la ceremonia de bienvenida, pero se lo retiró en el espacio cerrado.
“Aquí se ha dicho varias veces, prohibido prohibir… Juárez decía nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho y eso lo que hemos aplicado”, respondió López Obrador.
Su homólogo, decidió sacar el cubrebocas de su saco y recordar que siempre lo utiliza, pero que en espacios donde no está a menos de dos metros de distancia puede prescindir de él.
“Yo uso permanentemente el tapabocas, ocurre que también las recomendaciones dicen que en lugares abiertos donde no enfrento a nadie a dos metros de distancia, puedo prescindir de tapabocas y en una circunstancia como es la de dar una conferencia de prensa, darla con tapabocas es una situación incómoda, pero esos cuidados siempre los tengo, de hecho llegué a este maravilloso Palacio con el tapabocas”.
Tras 113 minutos de conferencia, apoyo mutuo y halagos, ambos mandatarios dejaron el Salón de Tesorería para desayunar en el salón continuo al despacho presidencial y después montar una guardia de honor en memoria de Francisco I. Madero.