El 17 de julio de 2020, Emilio Lozoya regresó a México vinculado a los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa, cohecho y enriquecimiento ilícito. A finales de ese mes, un juez fijó un plazo de seis meses para definir la situación legal de Lozoya Austin, quien buscó apegarse al criterio de oportunidad a cambio de ofrecer información sobre una supuesta red de corrupción en la que presuntamente estaban implicados altos exfuncionarios e incluso expresidentes.
Desde que llegó a México, Lozoya no ha pisado en ningún momento el reclusorio y por el contrario realizó una denuncia de hechos y la ampliación de ésta, en la que reveló que los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas estaban involucrados en actos de corrupción, así como varios nombres de exlegisladores quienes presuntamente fueron cooptados para dar su apoyo a la aprobación de la reforma energética.
Al respecto, este miércoles, el presidente López Obrador consideró que le ha tomado a la Fiscalía General de la República bastante tiempo para realizar las investigaciones correspondientes, pero aclaró que confía en el trabajo realizado por el fiscal.
“Es un hombre íntegro y comprometido con la impartición de justicia, sin embargo, coincido en que ya ha transcurrido mucho tiempo aunque también imagino que se están haciendo bien las cosas, se están presentando las pruebas, en fin lleva algún tiempo la investigación”, refirió.
López Obrador pidió al fiscal Gertz Manero que, cuidando el debido proceso, informe sobre qué avances tiene de la investigación en el caso de Emilio Lozoya, pero también de otros que están en la Fiscalía.
“Ya es tiempo de que todos estos asuntos se ventilen, que haya información. Existe la limitante del debido proceso, pero sí puede haber información”, consideró.
A finales de este mes de enero concluirá el plazo para que la Fiscalía General de la República determine el estatus legal de Emilio Lozoya, es decir, si acusa o no formalmente al exfuncionario del gobierno de Enrique Peña Nieto.