El Segundo Informe de Gobierno de presidente Andrés Manuel López Obrador fue diferente. Ésta vez no hubo 500 invitados, fiesta en el Zócalo, ni mucho menos interrupciones por aplausos. A diferencia de hace un año, este mensaje solo contó con 62 asistentes, medidas de "sana distancia" y la palabra corrupción no fue la más mencionada, sino pandemia, esa que ha generado crisis económica y muertes al que se autodefine en spots como "el mejor gobierno en el peor momento".
Antes de las 09:00 horas, uno a uno fueron llegando a la cita los invitados especiales a Palacio Nacional. En camionetas blindadas y con escoltas empresarios, legisladores y miembros del gabinete de López Obrador se apresuraban a ingresar por la calle de Corregidora. Aunque se esperaban 70 invitados, solo llegaron 62. Las ausencias más evidentes fueron la del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, quienes tuvieron “la arrogancia de sentirse libres”.