Esta semana avanzaron los casos del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien fue vinculado a proceso por los casos de Agronitrogenados y Odebrecht, aunque permancerá en libertad; la detención de José Antonio Yépez, ‘El Marro”, líder del cártel de Santa Rosa de Lima; el proceso de extradición del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, y las investigaciones que tanto en Estados Unidos como en México se siguen contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y sus cercanos Ramón Eduardo Pequeño García, exjefe de la División Antidrogas de la Policía Federal (PF) y Luis Cárdenas Palomino, extitular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Ante esos procesos legales, el presidente reiteró que se tiene que mantener el frente contra la pandemia por coronavirus, sin abandonar el combate a la “peste de la corrupción”.
“Es la peste que más ha dañado a los mexicanos, entonces tenemos que seguir atendiendo la pandemia del COVID-19, pero no dejar de lado el que desterremos de México la corrupción, vamos a desterrar las dos cosas, casi les diría que al mismo tiempo”, dijo.
“Tenemos que seguir en el combate a la corrupción, a los dos tipos de corrupción, a la corrupción del gobierno y la asociación delictuosa que se hace con empresas, la delincuencia de cuello blanco, y también la corrupción que se promueve para alentar a la delincuencia organizada”, agregó.
En su mensaje, el presidente reiteró que Emilio Lozoya es testigo colaborador y que a cambio de que se le quiten penas y castigos está dispuesto a hablar sobre los sobornos a legisladores para que aprobaran la reforma energética impulsada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, así como de los sobornos entregados para comprar la planta de fertilizantes a Altos Hornos de México, Agronitrogenados, y la entrega de contratos de Odebrecht, que se dieron durante el gobierno de Felipe Calderón.