Pero la visita a su homólogo estadounidense se da en el contexto del proceso electoral que vive el vecino país del norte y donde Trump —de acuerdo a las encuestas— va perdiendo la carrera electoral. Además se realiza en medio de la pandemia de COVID-19 que está dejando una severa crisis económica en ambos países, por lo que internacionalistas consideran que no es el mejor momento para la visita.
“En política siempre hemos sabido que la forma es fondo y en este momento se juntan fechas importantes donde parece ser que no es el mejor momento para esta visita”, dice Iliana Rodríguez Santibáñez, investigadora especialista en temas internacionales del Tec de Monterrey.
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La especialista advierte que es la primera visita al extranjero de nuestro mandatario, y es positivo que se opte por ir a Estados Unidos, dado la agenda multilateral que se tiene que el país, pero insiste en que no en este momento.
“En política hay riesgos, no estamos hablando de una visita a un país cuya economía no sea relevante para México ni la relación bilateral tampoco, no estamos hablando de la asistencia a un foro económico donde puedas dejar de participar o enviar a tu canciller, estamos hablando del presidente más importante del mundo a partir de la economía más importante del mundo en este momento”, expresa.
El costo político para México es impredecible, lo que sí podemos saber es cómo controlar el riesgo, si efectivamente la política es riesgo, tenemos que anticiparnos y tratar de controlar los daños de ese riesgo.
Así también lo señaló el Ejecutivo federal, quien dijo en su conferencia de prensa matutina que no va a “cuestiones políticas electorales”, sino que es una visita de Estado que ver con el inicio del tratado.
“Creo que esto es de ayuda para México y por eso voy. Y riesgo, la política es como caminar siempre en la cuerda floja, hay que correr riesgos de tomar decisiones”, aseguró.