A tres meses de que arranque oficialmente el proceso electoral intermedio, el presidente sostuvo que, como cualquier ciudadano, se va a involucrar en las elecciones. Por ello, denunciará si considera que hay intentos de fraude en alguno de los cargos en disputa, pues argumentó que desde la oposición sufrió competencia desleal.
López Obrador reconoció que vigilar la imparcialidad en las elecciones es tarea del Instituto Nacional Electoral (INE), aunque minutos antes descalificó a esa institución al afirmar que es un organismo costoso que nunca ha garantizado comicios limpios y libres.
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El mandatario federal recordó que ahora el fraude electoral es considerado un delito grave, por lo que vigilará que no haya compra de votos, condicionamientos, que se utilicen recursos públicos para favorecer a algún candidato o que se falsifiquen actas.
El que cometa fraude no tiene derecho a fianza, va a ir a la cárcel sin derecho a fianza, y es en serio, nosotros padecimos mucho por el fraude electoral y el país se estancó y retrocedió por la antidemocracia".