Ante la polémica elección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el presidente Andrés Manuel López Obrador se dijo satisfecho por el nombramiento y ante las acusaciones del PAN respecto a que fue un proceso fraudulento, el mandatario aseguró que los panistas querían “un florero” al frente de esa institución.
El titular del Ejecutivo federal defendió el perfil de Piedra Ibarra, quien ha sido cuestionada por su cercanía a él y a su partido, Morena. López Obrador dijo la nueva ombudsperson es una mujer con sensibilidad, quien vivió en carne propia la desaparición de su hermano Jesús Piedra Ibarra, por lo que “no será tapadera ni alcahueta de nadie”.