Órganos autónomos, ¿en la mira de la 4T?

Gobierno busca control, señalan expertos

El INE, el INAI, así como en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de Luis Raúl González, han estado en la mira del presidente Andrés Manuel López Obrador desde antes de asumir el poder, aunque ha negado que quiera desaparecer a los órganos autónomos.

OPINIÓN: Urge blindar los nombramientos de los autónomos

No obstante, los ataques y la elección de personas a modo y afines al presidente muestran lo contrario, consideraron algunos expertos.

César Astudillo, académico de la UNAM, señala que ha sido clara la intención del presidente de cooptar los órganos autónomos, que por definición son entes de control y contrapeso al poder.

“Lo que estamos viendo es que hay una intención de cooptación política (…) La línea que hasta ahora se ha seguido es tratar de imponer en ciertas instituciones a personas cercanas”, dice.

De once organismos de este tipo y reguladores, el presidente ha logrado colocar a seis personas cercanas a él. Tal es el caso de la recién electa titular de la CNDH, Rosario Piedra; antes, el caso más relevante había sido el del nombramiento del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), con Alejandro Gertz Manero.

Otros nombramientos en el mismo sentido se dieron en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con Leopoldo Mechi; en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), con Rogelio Hernández Cázares; en el Coneval, con José Nabor Cruz, y en el Banco de México (Banxico) con los subgobernadores Jonathan Heath y Gerardo Esquivel.

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Rodolfo de la Torre, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), señala que el presidente ha privilegiado el tener personas de confianza en los órganos autónomos.

“Es una constante, personas que él considera van a tener un comportamiento honesto, en ese sentido la confianza, pero por otro lado la capacidad para atender los asuntos de cada órgano es muy diferente”, refiere.

AMLO vs. INAI, INE…

Los reclamos del presidente a los funcionarios del INE, INAI y de otros órganos como el Inegi por sus altos sueldos no son nuevos. Desde que estaba en campaña, López Obrador ha planteado que son muy caros y que no han dado resultados. Asegura que han funcionado para simular.

“Puro especialista, experto, doctores graduados en universidades famosas de México y del extranjero, que se distinguían por cobrar bastante por su especialidad, profesionalismo, pues tenían que recibir muy buenos sueldos; pero al mismo tiempo siempre guardaban un silencio cómplice”, expresó el viernes pasado en conferencia.

En el caso del INAI, mencionó que cuesta 1,000 millones mantenerlo y no ha resuelto ni un caso. Puso como ejemplo la lista de los beneficiados de las condonaciones de impuestos en el sexenio de Vicente Fox y el de Odebrecht.

“Yo no estoy planteando la desaparición. Yo lo que estoy planteando es que no han funcionado o no han ayudado para que no se violen derechos humanos, para que no haya corrupción. Han guardado silencio”, insistió el viernes pasado.

Agregó que lo mismo pasa con los órganos electorales. “Yo no estoy pidiendo la desaparición de los organismos electorales; sí, yo quiero la democracia. Nada más que el Instituto Electoral, el Tribunal Electoral no han estado a la altura de las circunstancias, se han hecho de la vista gorda, han permitido fraudes electorales y, encima de eso, cuestan mucho”, insistió.

Ivonne Acuña, académica de la Universidad Iberoamericana, asegura que no es cuestión de cuidar a los personajes, sino a las instituciones, cuya una de sus principales funciones es vigilar al Poder Ejecutivo.

“Él mismo (AMLO) defiende que se vive en una democracia y hay que defender esos valores democráticos, así como la autonomía de ciertas instancias (…) hay que rescatar sus funciones”, comenta.

Acotar presupuesto

Estos episodios se han dado en el contexto de la discusión de la aprobación del Presupuesto 2020, para el que los órganos autónomos han solicitado más recursos para cumplir con sus tareas. Recortar presupuesto es uno de los mecanismos para minimizar a estos entes.

La semana pasada titulares de algunos órganos autónomos acudieron a la Cámara de Diputados para defender sus propuestas de presupuesto.

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Gabriel Contreras, comisionado presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), insistió en que el artículo 127 de la Constitución señala que es posible ganar más que el superior jerárquico sin exceder el 50% del salario del presidente (108,000 pesos) cuando se esté previsto por trabajo de alta especialización técnica. El IFT busca obtener 230,000 pesos más que en este año.

Erika Rosas, de Morena, criticó que el IFT no siga las políticas de austeridad “impulsadas” por el presidente. Dijo que “el IFT solicitó 1,730 mdp para el ejercicio 2020, lo que representa un incremento de 230 millones de pesos, respecto al que le asignó para el ejercicio 2019.

"Queda claro que el IFT no quiere seguir los esfuerzos de austeridad republicana que el presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, ha impulsado, busca privilegios personales”, dijo al explicar que no sólo no merecen más presupuesto, “incluso pudiera ser que merezcan menos”.

Alejandra Palacios, de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), aseguró que durante 2019 implementaron medidas de austeridad por la reducción de presupuesto por lo que este año esperan pasar de 582.8 millones de pesos a 589.4 mdp.

Por su parte, el consejero presidente del INE Lorenzo Córdova defendió los 12,400 mdp que solicitaron, considerando que es un gasto que representa solo 20 centavos por cada 100 pesos que ejercerá la Federación, y porque en el 2021 habrá elecciones en gran parte del país, por lo que una reducción de 50% en lo que solicitan podría afectar la organización de este proceso.

“El de 2021 va a tener el número de electores convocados a las urnas más grande, estimamos cerca de 96 millones, va a haber más casillas que nunca y va a haber más cargos de elección popular que nunca en la historia”, advirtió.