Monitoreo 2025 confirma reaparición de vaquitas marinas y sus crías en el Alto Golfo
Investigadores de México y Estados Unidos reportaron la observación de vaquitas marinas en buen estado de salud, incluyendo crías, durante el crucero de monitoreo 2025.
Durante la presentación de los resultados del Tercer Crucero de Observación de la Vaquita Marina 2025, especialistas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y del grupo de investigación internacional confirmaron la presencia de ejemplares adultos y crías en el Alto Golfo de California, lo que representa una señal positiva para la recuperación de una de las especies más amenazadas del planeta.
El doctor Lorenzo Rojas-Bracho, experto en mamíferos marinos, explicó que el análisis visual y acústico muestra una población estable, con una estimación de entre 6 y 8 vaquitas diferentes observadas durante el último crucero y la reaparición de ejemplares no vistos desde 2019.
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Entre ellas se identificó una hembra registrada por última vez en 2019, lo que sugiere que algunos individuos podrían haberse desplazado hacia zonas antiguas de alimentación fuera del área de monitoreo.
En conferencia de prensa, Gustavo Cárdenas Hinojosa, coordinador del grupo de investigación de mamíferos marinos de la Conanp, detalló además que entre mayo y septiembre se instalaron más de 1,200 detectores acústicos en casi 500 sitios del refugio de la vaquita.
En total se registraron 254 encuentros acústicos, con mayor actividad en la zona conocida como Florence 0, así como en el área de extensión y el límite occidental del refugio.
Por su parte, la investigadora Bárbara Taylor, representante de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), informó que durante el crucero realizado junto a la organización Sea Shepherd se observaron madres con crías en buen estado. Destacó el caso de Frida, una vaquita de 1.5 metros de longitud, vista junto a su cría de aproximadamente un año.
La especialista subrayó que, tras el análisis de los datos recabados entre 2023 y 2025, la población mínima estimada es de siete individuos.
“El número de vaquitas se ha mantenido aproximadamente igual. Este año estimamos al menos siete, y digo ‘al menos’ porque con el oleaje y el viento seguramente no detectamos a todos los animales presentes”, dijo.
Durante su presentación, Taylor resaltó el avistamiento de Frida, una hembra adulta conocida por su característica aleta dorsal doblada.
“Permítanme presentarles a Frida. Se llama así en honor a Frida Kahlo, porque aunque tiene una cicatriz, es muy importante para México”, comentó.
“Frida resulta ser una de las vaquitas más grandes jamás medidas, con 1.5 metros de longitud. Su cría tiene aproximadamente un año de edad, y podría estar embarazada nuevamente, lo cual es una excelente noticia”, detalló Taylor mientras proyectó imágenes captadas con dron por el investigador Fabián Rodríguez.
La doctora destacó además que las grabaciones aéreas muestran animales en buen estado físico, así como individuos jóvenes sobrevivientes del periodo más crítico para la especie, lo que indica que las medidas de protección en la zona “están funcionando”.
“Los observadores coincidieron en que todos los individuos vistos parecían saludables y seguimos observando evidencia de buena supervivencia de las crías dentro del área protegida”, señaló. “Este es, creo, el hallazgo más importante del monitoreo visual y acústico”.
En cuanto a la distribución, Taylor advirtió que aún se detectan vaquitas fuera de la zona protegida del Alto Golfo de California, por lo que consideró necesario ampliar el área de resguardo.
“Seguimos encontrando animales fuera del área protegida, incluso madres con crías. Lo mejor que se podría hacer por las vaquitas sería extender la zona de protección para incluir a estos individuos críticos", dijo.
La subsecretaria de Diversidad y Restauración Ambiental de la Semarnat, Marina Robles, reconoció el trabajo conjunto entre dependencias federales, organizaciones civiles y comunidades pesqueras de San Felipe, quienes colaboraron en la colocación y recuperación de los detectores acústicos.
Subrayó que los resultados del monitoreo permitirán reforzar las acciones de vigilancia y ajustar las estrategias de conservación, especialmente en las zonas donde se detectó mayor presencia de vaquitas.
El Bob Barker y el Seahorse son buques de apoyo en alta mar de 150 pies de largo y 36 pies de ancho, dispuestos por Sea Shepherd para realizar el tercer crucero de avistamiento de la vaquita marina en México.(Foto: Facebook/ SeaShepherdSSCS)
Robles recordó que el principal riesgo para la especie sigue siendo la pesca ilegal de totoaba, cuya vejiga natatoria se trafica hacia mercados asiáticos.
“Mientras persista el uso de redes agalleras, la población de vaquita seguirá en riesgo. Pero el hecho de que se sigan reproduciendo es la mejor señal de esperanza”, concluyó.
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Refuerzan vigilancia y acciones legales
Las autoridades reportaron también una reducción del 97% en embarcaciones ilegales y avances en procesos penales contra el tráfico de totoaba.
Mariana Boy Tamborrel, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), destacó los resultados del trabajo conjunto con la Secretaría de Marina (Semar), Profepa, Conapesca y Sea Shepherd, con quienes se han redoblado los esfuerzos de inspección y vigilancia en el Alto Golfo.
“Este año hemos retirado casi 13 kilómetros de redes ilegales y logrado la judicialización de cinco procesos penales, lo cual es fundamental porque debe haber consecuencias para quienes siguen realizando estas actividades ilícitas”, afirmó.
Añadió que también se han asegurado ejemplares de totoaba capturados ilegalmente, y que la información obtenida del monitoreo permitirá enfocar los recorridos de vigilancia en las zonas con mayor presencia de vaquitas.
Boy subrayó además que en el último año la presencia de embarcaciones ilegales en la zona de tolerancia cero se redujo en 97.6%, al pasar de 171 a solo 4 embarcaciones detectadas.
''Estos resultados muestran una mejora sustancial en el control y en la cooperación con las comunidades pesqueras”, apuntó.
El doctor Rojas-Bracho sostuvo además que, en el mejor escenario, la recuperación poblacional de la vaquita marina tomará entre 18 y 20 años, considerando su bajo ritmo reproductivo. Sin embargo, los indicadores actuales son alentadores: las hembras siguen reproduciéndose y las crías sobreviven.
Al respecto, la subsecretaria Robles enfatizó que las decisiones sobre la ampliación o ajuste de la zona de protección no se tomarán sin la participación de las comunidades pesqueras del Alto Golfo, pues el objetivo es proteger tanto a la especie como el sustento de las familias locales.
“Nos interesa que la vaquita marina se conserve y que las comunidades vivan bien. Por eso trabajamos con ellas en la transición hacia artes de pesca alternativas y en la reconstrucción de medios de vida sustentables. Este es un reto doble que solo se puede enfrentar con diálogo y cooperación”, afirmó.
Coordinación internacional y apoyo de Sea Shepherd
Pritam Singh, presidente de Sea Shepherd Conservation Society, reconoció el liderazgo del gobierno mexicano en la protección de la vaquita marina y la coordinación con la Marina y la Semarnat.
“Nada de esto sería posible sin la asistencia de los hombres y mujeres de la Armada de México”, dijo.
Explicó que por tercer año consecutivo la organización colaboró con el monitoreo visual y acústico, desplegando dos grandes embarcaciones equipadas con drones y tecnología de rastreo.
“Por primera vez logramos registrar fotografías extraordinarias de vaquitas con sus crías. Lo que vemos hoy nos da esperanza: aún hay tiempo para salvar a la especie”, aseguró.
El Tercer Crucero de Observación de la Vaquita Marina 2025, expedición que se llevó a cabo para avistar y censar el número de ejemplares de esta especie en peligro de extinción en el Alto Golfo de México, se realizó del 3 al 30 de septiembre y contó con la participación de 14 investigadores, tanto de Estados Unidos como de México, a bordo de dos embarcaciones: Bob Barker y Seahorse.
El grupo de investigadores estuvo encabezado por Barbara Taylor, reconocida científica y representante de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Los resultados finales del monitoreo, que incluirán estimaciones precisas de abundancia y distribución, serán presentados durante el primer trimestre de 2026.