A pesar del aumento previsto, el presupuesto en salud se mantendrá lejos de las recomendaciones internacionales, ya que equivaldrá a 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del 6% sugerido.
Los recursos del sector se concentrarán en el IMSS e IMSS Bienestar, que en conjunto acumulan 78% del gasto total del ramo propuesto por la Secretaría de Hacienda.
Para el IMSS, que brinda seguridad social a los trabajadores formales, se plantea un aumento real de 11.7%, al pasar de un gasto aprobado en 2025 de 499,017.9 millones de pesos a 557,231.7 millones en 2026.
De aprobarse tal cual el presupuesto, sería el programa presupuestario del sector salud con el segundo incremento más elevado. El programa Salud Casa por Casa tendrá el aumento más considerable, de 93.2%. Sin embargo, sus recursos no son cuantiosos. Crecerían de 2,070.8 millones a 4,000 millones.
El organismo IMSS Bienestar, a cargo de la atención médica de la población sin seguridad social, tendrá un aumento real marginal, de apenas 0.8% respecto a 2025. Es decir, 1,286.3 millones adicionales. Pero es el segundo programa presupuestario del sector con más recursos. En 2026 recibiría un monto de 172,492.4 millones de pesos.
La Secretaría de Salud, en cambio, vería reducido su gasto real en 3.2%. Para la dependencia rectora de la política del sector se consideran 2,228.6 millones de pesos menos que en 2025.
También se proponen disminuciones reales en el gasto del ISSSTE, los servicios de salud de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina, de entre 2.9% y 5.2%.
Menos recursos por paciente sin seguridad social
Un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) identificó que la propuesta de gasto para 2026, la primera del gobierno de Claudia Sheinbaum, profundiza las brechas entre la población asegurada y aquella sin afiliación.