La población vulnerable por carencias sociales incluye a aquellas personas que, a pesar de tener ingresos por arriba de lo mínimo, no pueden ejercer al menos uno de seis derechos fundamentales, relacionados con el acceso a salud, seguridad social, educación, vivienda, alimentación y servicios básicos.
El año pasado, 41.9 millones de personas tuvieron alguna de esas carencias. Se trata de 4 millones más que en 2022 y 9.2 millones adicionales respecto a 2018.
Aunque en la administración anterior se logró disminuir el número de personas en situación de pobreza, todavía no se consigue reducir la población vulnerable por carencias sociales, reconoció Claudia Maldonado, titular de la nueva Coordinación General de Medición de la Pobreza y Evaluación Integral de la Política de Desarrollo Social del Inegi.
Los mexicanos, con independencia de la recuperación del ingreso, estamos más en situación de tener, al menos, uno de nuestros derechos vulnerados”,
Claudia Maldonado, Inegi
Sin acceso a salud y seguridad social
Si se evalúan las carencias sociales por separado, en todas se observa una disminución frente a 2022. En algunas, incluso, el indicador mejoró respecto a 2016 o a 2018. Pero esto no ocurrió en el acceso a los servicios de salud, una carencia persistente en los mexicanos desde hace años.
En 2024, 34.2% de la población no tuvo acceso a servicios de salud, es decir, 44.5 millones de personas. La cifra es menor a la registrada dos años atrás, cuando 50.4 millones tuvieron esa carencia (39.1% del total poblacional).
A pesar de la disminución, todavía no se alcanzan los niveles de 2016. Ese año, 18.8 millones de personas no tuvieron acceso a servicios de salud.
Si se compara el inicio y final del sexenio anterior, se nota que la población sin acceso a la salud pública se duplicó: pasó de 20.1 millones de personas en 2018 a 44.5 millones en 2024.
“No hemos logrado llegar a los niveles de carencia prevalecientes en 2016, en los que había 15.6% de la población en situación de carencia por acceso a los servicios de salud”, señaló Maldonado.
El acceso a la seguridad social sí mejoró el sexenio pasado, al reducir de 53.5% a 48.2% la población con esta carencia. Sin embargo, sigue siendo la carencia social más presente. “Es el derecho menormente garantizado que tenemos los mexicanos”, dijo la funcionaria del Inegi.
“A pesar de mejoras en salud, no estamos en el nivel de 2016. Y, a pesar de mejoras en seguridad social, sigue como la mayor carencia del país. El derecho más vulnerado en este país es la seguridad social”, reiteró.