Tras ocho meses de no aparecer en la escena pública, el expresidente Andrés Manuel López Obrador se presentó en una casilla especial en Palenque, Chiapas, y participó en la elección judicial.(Foto: Cuartoscuro.)
Lidia Arista
Palenque, Chiapas. En menos de 24 horas, esta ciudad vivió dos sorpresas. La primera vino de la naturaleza: una fuerte lluvia que refrescó a la localidad tras meses de un intenso calor de casi 40 grados. La segunda la protagonizó el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien reapareció en un acto público tras ocho meses de retiro político.
Visiblemente más delgado, con cabello corto y guayabera, dejó el encierro para votar en la elección judicial que derivó de una reforma que él mismo impulsó en la recta final de su presidencia.
En los minutos que volvió a ser el centro de atención, no dejó de celebrar que por primera vez México elegiría a sus jueces, magistrados y ministros, con quienes durante su sexenio tuvo una complicada relación, porque con sus sentencias “obstaculizaron” proyectos y obras estratégicas de su gobierno.
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“Nunca en la historia de nuestro país el pueblo, de manera directa, había decidido y había tenido el derecho a elegir a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial”, dijo contento.
Es la primera vez en la historia, por eso quise participar en esta histórica elección.
Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México.
López Obrador se alejó de la política, pero la percepción que tiene de sí mismo como demócrata lo llevó a salir nuevamente en esta elección, sustuvo José Antonio Carrera, profesor-investigador de la UAM.
“Tiene un fuerte simbolismo democrático que haya ido a votar. Él prometió un retiro absoluto tras dejar la presidencia, pero está ejerciendo su derecho al voto –como siempre lo hace– y el mensaje es que refuerza su compromiso con la Reforma Judicial que él mismo impulsó”, señaló.
Con acordeón y más delgado, vota el artífice de la Reforma Judicial
Alrededor de las 09:30 horas, casi de manera simultánea en que la presidenta Claudia Sheinbaum emitía su voto, el exmandatario llegó al centro de Palenque.
Sus 71 años le permitieron no hacer fila, como todas las personas de la tercera edad. Llegó y recibió de los funcionarios de casilla una boleta morada, una verde y una azul, solo tres porque a pesar de llevar ocho meses viviendo en su quinta “La Chingada”, su credencial no está actualizada y por ello votó en una casilla especial.
López Obrador se tomó su tiempo para votar y lo hizo con un “acordeón”. En una hoja color blanco tenía anotados el nombre y número de los aspirantes a quienes seleccionaría con pluma azul.
A su mampara de votación, el expresidente Andrés Manuel López Obrador acudió con un "acordeón".(Foto: Especial.)
El arquitecto de la primera elección de ministros, magistrados y jueces también enfrentó dificultades para ejercer su voto. Agachado, mientras definía sus opciones para ministros de la Nación, recurrió a su “acordeón”, se llevó su mano izquierda a la nariz, tomó la boleta, leyó los nombres y colocó su elección. El procesó le tomó más de 10 minutos.
Sin prisa, ingresó una a una las boletas en la única urna con la leyenda "Poder Judicial" que se colocó sobre una silla en el centro de votación. Sonriente, levantó las manos en señal de triunfo el hombre que en la primera mitad de su gobierno prometió que no intervendría en el Poder Judicial, como lo hizo Ernesto Zedillo.
“Me da mucho gusto vivir en un país libre y democrático”, dijo y luego lanzó un gesto a su sucesora a quien, a 900 kilómetros de distancia, le robó la atención.
“Algo que confieso públicamente, tenemos a la mejor presidenta del mundo, Claudia Sheinbaum. Lo repito, la mejor presidenta del mundo y me da mucho gusto verles”.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador emitió su voto la mañana de este domingo en una casilla especial.(Foto: Lidia Arista/Expansión Política.)
Para Luz María Cruz, politóloga y profesora de la UNAM, con su reaparición, el expresidente Lopez Obrador reconoció la “paternidad” de la Reforma Judicial.
“Era una reaparición necesaria. Siendo el artífice de esta reforma, era improbable que no se presentara a votar”, afirmó.
El hombre que pasó años caminando entre multitudes fue despedido entre aplausos, fotografías, abrazos, pero antes de irse, se dirigió a Palenque, su nueva casa.
“A mis paisanos de Palenque muy agradecido por todo lo que han hecho, me han dado apoyo, me han hospedado, me han respetado, no tengo ninguna molestia, se ha portado la gente muy bien, mis paisanos, estoy contento de vivir aquí”, dijo mientras caminaba y un equipo similar a la ayudantía le abría paso hacia su automóvil. No un Tsuru o un Jetta blanco, sino un Kia Rio color gris que tomó camino sobre Primera Avenida Sur Poniente.
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"La Chingada" se volvió atractivo para turistas
Con el tiempo justo, Lourdes Vázquez y Damián Hernández hicieron un alto en su trayecto hacia la estación Palenque del Tren Maya. Mientras transitaban sobre la carretera Pakalná-Palenque, el conductor del taxi les comentó que a su mano derecha estaba “La Chingada”, residencia del expresidente de México.
Sin dudarlo, el matrimonio originario de Guanajuato descendió para posar frente a la fachada blanca y con zaguán negro, y el taxista capturó el momento con su celular.
“No sabíamos que aquí estaba el rancho del expresidente. Nos hubiera gustado ver al presidente pero ya no se pudo”, lamentaron.
Ubicada sobre Pakalná-Palenque, el rancho es un atractivo turístico de Palenque, así como lo es la zona arqueológica o el zoológico “Los Aluxes”.
A cualquier hora llegan simpatizantes del expresidente con la intención de saludarlo o, al menos, para tomarse una fotografía en la quinta en la que decidió iniciar su retiro tras décadas de opositor, candidato presidencial, líder partidista, jefe de Gobierno y presidente de la República.
Turistas paran sobre la carretera para tomarse fotografías al exterior del rancho "La Chingada".(Foto: Lidia Arista/Grupo Expansión.)
David Fuentes Hernández, médico especialista, aprovechó su visita a Palenque, Chiapas, para saludar al expresidente, pero no tuvo suerte. Tocó en una ventanita negra en la que el vigilante del rancho le pidió sus datos con la promesa de hacerle saber al exmandatario que le daría su mensaje.
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Parece que no vive aquí
Meses antes de concluir su gobierno, López Obrador imaginó su retiro entre el cantar de pájaros, la naturaleza y otra de sus pasiones: escribir.
“No es fácil, son muchos años de estar trabajando en lo mismo y jubilarse. Hay casos en donde la gente no quiere jubilarse, porque no les va bien; como tienen una costumbre del trabajo, una rutina, cambia completamente y entran en depresión. Pero hay muchas cosas que hacer: caminar, hacer ejercicio, escribir, leer, ver los árboles, escuchar los pájaros, tantas cosas”, dijo un 23 de diciembre de 2023.
Su llegada a Palenque para vivir su retiro y concentrarse en su libro número 19 no ha sido notada por los habitantes de la localidad de 132,000 habitantes. El exmandatario no sale a caminar, tampoco visita la zona arqueológica, ni frecuenta restaurantes, por lo que varios dudan que realmente viva en la quinta que recibió como herencia de sus padres.
“Se supone que vive aquí, pero nadie lo ve”, afirma Andrea, quien trabaja como recepcionista en la zona.
Pero él tiene una explicación: “Es la tercera vez que salgo de la quinta porque estoy escribiendo, estoy haciendo algo que les va a gustar mucho sobre nuestra grandeza cultural, pronto van a conocer un nuevo libro”.
Lo que sí han notado es mayor seguridad en la zona donde se encuentra “La Chingada”.
“Hay más movimiento en la noche de los policías Pakales, está más seguro, puedes ir caminando al centro y es seguro”, agrega la joven recepcionista.
Gerardo Emilio Ramírez Montiel es vecino de López Obrador y afirma que sí vive en su rancho. ¿Cómo lo sabe? No solo por el movimiento de autos, sino porque sus propiedades comparten unas pozas y ha entrado a la propiedad del expresidente.
“Estuve entrando hasta marzo porque estamos limpiando y preguntaba por el patrón y su trabajador, me decía ‘ahí está'”, contó.
"La Chingada" se ha convertido en un punto turístico en Palenque.(Foto: Lidia Arista/Grupo Expansión.)
Don Gerardo es dueño del negocio de llantas “Montiel” y conoce a López Obrador desde hace varias décadas. Sus familias compartieron más que una parte de la propiedad y recuerda que la madre del expresidente, Manuela, auguraba su eventual futuro.
“Un día le pregunté a doña Manuelita: 'Y el muchachito que entró con la mochila, ¿quién es?' Porque yo no lo conocía bien y me dice: "es Andrecito, mi Andrecito, y va a ser presidente”, relató.
