¿Qué es el Tratado de Agua de 1944?
Es un acuerdo que realizó el gobierno de México y Estados Unidos sobre el aprovechamiento de las aguas de los ríos Colorado y Tijuana, y del río Bravo (Grande) desde Fort Quitman, Texas, hasta el Golfo de México.
El Tratado fue firmado en Washington el 3 de febrero de 1944, y luego fue ratificado por el secretario de Relaciones Exteriores, Francisco Castillo Nájera y el secretario de Estado Interino, Edward R. Stettinius.
No fue el primer tratado en su tipo. La Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos ( CILA ), especifica que desde 1848, ambos países establecieron acuerdos sobre cómo ejercer los derechos y obligaciones de este recurso y la frontera.
El tratado busca regular el uso del agua con fines domésticos, agrícolas, industriales y de usos benéficos en la región, y la CILA es el organismo bilateral encargado para vigilar su cumplimiento.
¿Qué establece el tratado?
El pacto fijó asignaciones de distribución de aguas por periodos de la siguiente manera:
Es decir, México recibe un volumen garantizado de 1,850.2 millones de m³ anuales, con posibilidad de hasta 2,096.9 millones en años de excedentes. Y cada cinco años, recibe ⅔ partes del caudal de afluentes mencionadas.
Estados Unidos, recibe un tercio del agua que llega a la corriente principal del río Bravo. La cantidad no debe ser menor a 431.721,000 metros cúbicos.
La distribución de agua tiene una preferencia para el uso doméstico/municipal, agrícola/ganadero, energía eléctrica, industrial, de navegación, pesca o caza, y otros usos.
En el tratado, ambos países se comprometen a construir presas internacionales y obras de derivación, y los costos se reparten según el beneficio.
¿Qué pasa si no se cumple?
El tratado no especifica sanciones o multas hacia un país por el incumplimiento, sino que las autoridades de cada gobierno deberán realizar acuerdos diplomáticos, con apoyo de la Comisión Internacional de Límites y de Aguas.