El Rancho Izaguirre, en la comunidad La Estanzuela, en Teuchitlán, Jalisco, que fue utilizado como crematorio clandestino, sirvió también como un centro de adiestramiento criminal.
Indira Navarro, líder del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, relató en entrevista con Radio Fórmula que los crematorios hallados no eran "normales", sino que se trataban de fosas que fueron usadas en repetidas ocasiones.
La activista narró que, después de que los jóvenes eran reclutados bajo engañosas ofertas laborales, eran recogidos en la terminal de autobuses, pero inmediatamente al subir a los vehículos eran despojados de sus celulares para mantenerlos incomunicados.
Tras una hora de camino, con los ojos vendados, las víctimas eran formados en filas y nombrados con apodos. Los criminales les pasaban lista.
"Conforme iban pasando los días, los ponían en un domo de metal, en donde dormían, en cucharita o como taquitos, con una cobija para 10 personas. Sí les daban comida y agua, pero ahí los tenían todo el día", relató.
De acuerdo con Indira Navarro, los jóvenes que lograron sobrevivir relataron que eran adiestrados por miembros del CJNG.
"En la primera etapa de adiestramiento era hacer ejercicio, era un tipo como llantas de pasar corriendo. Si había un error te mataban; había alambres de púas y tenían de pasar pecho a tierra y si quedabas atrapado te mataban. Se me figura como el Juego del Calamar, era impresionante", contó la activista.
"Había un tipo de laberinto, dicen (los jóvenes) que te lo dejaban ver una vez y a la segunda con los ojos tapados, y había un tipo donde les enseñaban a tirar con gomas de gotcha y había un cuarto que les llamaban la carnicería y era un horror porque sabían que ahí ya los iban a matar, los hacían pedazos y los echaban a los hornos, pero a ellos mismos los obligaban a hacer estas fosas", agregó.
La líder del Colectivo Guerreros Buscadores describió que, luego de que los jóvenes pasaban un mes en entrenamiento, algunos de los reclutados eran llevados a la "guerilla" en Zacatecas y Michoacán y "tras librarla" pasaban al segundo nivel: formaban parte de la "escuelita".
La activista informó que en la "Escuelita" militares desertores se encargaban de continuar con el adiestramiento de los jóvenes.
"Esta 'Escuelita' o centro de reclutamiento llevaba más de tres años funcionando. Se iban unos y llegaban otros, entonces imagínense la cantidad de personas que hay ahí calcinadas", apuntó.
Indira Navarro precisó que los jóvenes que lograron escapar de este entrenamiento eran quienes, al ser enviados a Zacatecas, lograron asesinar a los cabecillas.
Los crematorios hallados en Teuchitlán ya habían sido asegurados en septiembre pasado por las autoridades.
Entonces, descubrieron que el lugar era un centro de adiestramiento del crimen organizado, detuvieron a 10 personas armadas y liberaron a dos secuestrados.
Jalisco es el estado mexicano con más desaparecidos con casi 15,000, según la Comisión Nacional de Búsqueda.
El fenómeno se atribuye principalmente al accionar de narcotraficantes en esa región, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), designado como terrorista por el presidente estadounidense, Donald Trump, mantiene una presencia dominante.
México contabiliza unos 110,000 desaparecidos, la mayoría desde 2006 cuando el gobierno de Felipe Calderón declaró la "guerra" al narco con participación militar.
