Por ahora, reconoció, hay nerviosismo, pero es necesario esperar y no especular al respecto, explicó al participar en el Foro Expansión Medical Devices Day.
“Sí hay mucha preocupación, no lo voy a negar, porque generamos más de 160,000 empleos en México. Es una responsabilidad grandísima”, subrayó.
No obstante, Escobar dijo que apuestan primero a conocer los detalles de las posibles medidas impositivas y que alistan un plan de acción, pues la AMID es el sexto productor de dispositivos médicos a nivel mundial.
“Hemos pasado muchas crisis en el pasado, fuimos capaces de manejar la pandemia. Yo creo que estamos listos para Trump 2.0. No lo estamos tomando muy a la ligera, pero creemos que puede haber soluciones”, subrayó.
Otros retos y obstáculos que la AMID considera urgente atender son la agilización de los trámites gubernamentales, que suelen retrasar la aprobación en México de dispositivos y tecnología médica innovadora.
Actualmente, estimó, un nuevo producto médico tarda entre 18 meses y hasta dos años para ser aprobado por las autoridades de salud mexicanas. Y ese plazo es solo para el proceso regulatorio. El objetivo es seguir trabajando con las autoridades para reducir los tiempos y mejorar el acceso para los pacientes.
“Es muy complejo en el tema de innovación, ahí todavía tenemos atascadas las conversaciones con el gobierno”, mencionó.
“Sí tú traes algo innovador (…) requiere un proceso muy largo de aprobación”, expuso.
Durante la mesa Dispositivos Médicos: Colaboración por la Salud, aseguró que en ese tema regulatorio buscan centrar la conversación con el gobierno actual, porque la nueva tecnología, afirmó, no representa un costo adicional para el sistema de salud o el paciente.
Sin embargo, sí es fundamental que la población mexicana, sobre todo quienes padecen enfermedades, tengan acceso a los insumos de salud de la más alta calidad y tecnología.