También resaltó “el rigor científico” que ahora sustenta la toma de decisiones en México haciendo alusión al perfil de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien cuenta con un doctorado en Ingeniería Ambiental.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Industria Farmacéutica 2023, elaborada por el Inegi, Estados Unidos es el principal país de destino de las exportaciones mexicanas de medicamentos de uso humano.
Datos de Statista señalan que las exportaciones de productos farmacéuticos en México estuvieron valorados en aproximadamente 2,300 millones de dólares. De forma que el país se posicionó como el líder del ranking de exportaciones de este tipo de productos en América Latina, superando el valor de 2,146 millones de dólares alcanzado por Panamá.
El Dr. Javier Dávila detalló que ante este panorama, México tiene una actitud “optimista” ante la amenaza de imposición de aranceles que se prevé se den a conocer el próximo 1 de febrero.
“La relación entre México y Estados Unidos nunca ha sido pareja pero ha sido buena. Tenemos una relación que va a continuar y creo que, como lo ha expresado la presidenta Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, también ellos tienen que medir las repercusiones y el impacto”, de aplicar aranceles.
En caso de que sí se aplicara, refirió que no se sabe si serían permanentes o durante un periodo corto debido a la presión que ello podría generar a las compañías farmacéuticas, ya que dependen en gran medida de México para la manufactura de sus productos.
“Si hubiera medidas, quién sabe cuánto durarían porque los mismos empresarios tienen áreas de manufactura que tienen que cuidar”, detalló.
Dávila también consideró que industria privada y pública deben trabajar de manera cohesionada con objetivos en común e incentivando la producción nacional.
“No estamos confiados, estamos alertas (…) no podemos estar dependiendo de la empresa extranjera (…) son bienvenidas pero la empresa nacional debe crecer también”, subrayó.
Finalmente, refirió que el crecimiento de esta industria y su consolidación no depende solo de los hospitales o las farmacéuticas, sino que es necesario considerar a la academia, lo que, en sus palabras, permitirá al gobierno federal ver donde hay potencial de polos de desarrollo.