También va por invalidar la reducción de remuneraciones para los actuales jueces de Distrito y magistrados de Circuito, aunque no aplica para quienes ingresen después.
Además, propone invalidar algunas facultades del Tribunal de Disciplina y el carácter inatacable de sus resoluciones, así como el régimen aplicable a las entidades federativas, que sólo habilitarían su órgano de administración y su tribunal de justicia.
El ministro plantea invalidar la figura de los “jueces sin rostro” y el método de selección de los Comités de Evaluación.
"No existe certeza para la ciudadanía sobre los perfiles que se le presentarán en una lista masiva y bajo un sistema que no ofrece, tampoco, garantías para que se emita un voto informado. En última instancia, no existe certeza para las personas sobre los perfiles de las personas juzgadoras que, el día de mañana, impartirán justicia y dirimirán conflictos sobre sus derechos, sus obligaciones y sus libertades", advierte.
En su proyecto de sentencia, el ministro Juan Luis González Alcántara incluso observa que, si se lleva a cabo la elección en los términos del decreto impugnado, en la Ciudad de México cada candidato tendría únicamente 2.5 segundos diarios para su promoción.
"No existe certeza para los aspirantes al cargo de las cualidades que resultarán, en última instancia, definitorias para alcanzar a ser incluido en las listas. No existe certeza para los candidatos sobre las maneras en que será equitativo hacer uso de los espacios públicos ni el tipo de contenido que podría ser objeto de promesa de campaña", agrega el proyecto.
Para algunos juzgadores y políticos, este proyecto ya cuestionado por Morena y sus aliados, es una especie de sacrificio del ministro para poner fin a la crisis derivada de la reforma judicial.