8. Inversión en el sureste
Los ojos de Andrés Manuel López Obrador estuvieron puestos en el sureste desde el primer día de su gobierno, no solo en la creación programas sociales, sino en las obras y por primera vez, los proyectos emblemáticos del gobierno estuvieron centrados en esta región.
Su estrategia cambió el mapa de la producción de edificaciones de México. Las cifras de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del Inegi muestra transformaciones en el valor de la construcción en estados como Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán entre 2019 y 2024.
Quintana Roo ejemplifica este cambio de paradigma. El valor de producción de empresas constructoras muestra que lo destinado al sector de transporte y urbanización del estado pasó de representar el 2.0% del total nacional en 2019 a un 35.2% en 2024.
Este aumento sustancial se debe principalmente al Tren Maya, un proyecto ferroviario con un presupuesto de 515,000 millones de pesos y una generación de alrededor de 715,000 nuevos empleos en los 16 municipios con una estación de tren hacia 2030 y 80,000 empleos adicionales con los trabajos de construcción de los cinco primeros tramos, según estimaciones de ONU-Habitat en 2020.
Además, el nuevo Aeropuerto de Tulum, en la misma zona, se desarrolló con 3,200 millones de pesos y generó 17,000 empleos.
En Tabasco, estado natal de López Obrador, el sector de petróleo y petroquímica ha incrementado su participación del 17.8% en 2019 al 19.3% en 2024, de acuerdo a la ENEC. Este crecimiento está vinculado a la construcción de la Refinería Dos Bocas, un proyecto con una inversión de 311,000 mdp.
Oaxaca ha experimentado un crecimiento en el sector de electricidad y telecomunicaciones, pasando del 0.4% en 2019 al 4.8% en 2024. Este aumento está relacionado con el desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, otro proyecto emblemático de la administración que busca crear una ruta comercial alternativa al Canal de Panamá, conectando los océanos Pacífico y Atlántico a través del sur de México.
9. Austeridad, quitar gastos "superfluos"
Desde antes de llegar al gobierno, López Obrador criticó los lujos en la administración pública y prometió aplicar una “estricta política de austeridad republicana”, topó los sueldos de los servidores públicos a su propio salario, que en este 2024 terminó en 186,093 pesos.
La tarde del 1 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, dio un adelanto: “no sé comprarán vehículos nuevos para funcionarios, únicamente tendrán escoltas los funcionarios responsables de tareas de seguridad, sólo habrá tres asesores por secretaría; no habrá atención médica privada, ni cajas de ahorro exclusivas para funcionarios de alto nivel”.
A diferencia de otros presidentes, no recurrió al Estado Mayor Presidencial para que se encargará de su seguridad. López Obrador optó por equipo de Ayudantía compuesto por 10 hombres y 10 mujeres cuya función era similar al de las “Gacelas”, quienes lo protegieron cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
El primer año de su gobierno, el Congreso aprobó la Ley Federal de Austeridad Republicana, la cual fue propuesta por el presidente de la República y tenía entre sus objetivos eliminar privilegios a los servidores públicos y evitar el engrosamiento del aparato burocrático. Su propia oficina tuvo una gran reducción en gastos.
El gobierno del presidente López Obrador aplicó la austeridad iniciando por su seguridad personal, vuelos, y el gasto en comunicación. Evitó realizar giras al extranjero y para trasladarse al interior de la República optó por vuelos de aerolíneas comerciales, al menos en la primera mitad de su administración y para la segunda parte, recurrió a utilizar aeronaves del Ejército.
Según datos de transparencia, de 2021 a la fecha realizó 609 viajes, de los cuales cuatro fueron al exterior del país (Estados Unidos y Centroamérica fueron los destinos).
En comunicación social, el presidente López Obrador también redujo el gasto el gasto de manera considerable. Para difundir sus logros, el mandatario recurrió a su conferencia mañanera, desde la cual se volvió su propio vocero.
El sexenio que termina lo hace retos en la mayor parte los temas cruciales del país, pero también con avances que permitirán edificar sobre ellos. Y estos claroscuros, conforman el país que recibirá Claudia Sheinbaum, quien se encuentra a horas de convertirse en la primera mujer presidenta de México.
Con información de Dulce Soto, Luz Elena Marcos, Patricia Tapia, Dainzú Patiño, José Ávila, Lidia Arista, Yared de la Rosa y Diana Zavala. Gráficos: Nayeli Araujo, Paula Carrillo, Evelyn Alcantara.