El Estado de México es la entidad con más prisiones sobrepobladas con 18; le siguen Puebla e Hidalgo, con 10 prisiones cada una, y en tercer lugar Chiapas y Guanajuato con nueve centros penitenciarios respectivamente.
“La sobrepoblación sigue siendo una constante en diversos centros penitenciarios, lo que, aunado a las deficiencias de habitabilidad y estancias dignas, al hacinamiento, a una infraestructura deficiente, a la alimentación, al otorgamiento de servicios, insumos y satisfactores básicos, desencadenan una serie de inconformidades que pueden detonar en incidentes violentos, incluso, masivos”, indica el informe de la CNDH.
La Comisión advierte que las autoridades no han actuado para actualizar los expedientes de las personas privadas de su libertad respecto a su situación jurídica, lo que permitiría la intervención de defensorías públicas federales o locales, con el fin de solicitar su liberación.
Las personas en los centros penitenciarios también se ven afectadas por una inadecuada clasificación de sus casos, carente atención a problemas de adicciones, así como problemas de gobernabilidad al interior de los propios penales.
En la evaluación a los 32 Centros de Readaptación Social (Ceresos), uno de cada entidad del país, los que obtuvieron las calificaciones más bajas son el de Tabasco, con 4.27; Morelos, con 4.84 y Zacatecas, con 5.03.