Y en general, de quienes se encontraban en ocupaciones no permitidas, 43.3% lo estaba por no contar con la edad mínima para trabajar y 56.7% por encontrarse en ocupaciones peligrosas.
De las niñas, niños y adolescentes que se encontraban en ocupación no permitida, 58.1% se identificaba como persona subordinada y remunerada; 37.4%, como persona trabajadora no remunerada y 4.3% como trabajadora por cuenta propia. Casi un tercio de estos niños y 22.7% de las niñas trabajó 36 horas a la semana.
Mientras que, en el caso de los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, es decir, aquellos que se hacen con horarios prolongados, sin remuneración y con peligro, 23.3% de las niñas de 5 a 17 años hizo esta actividad por más de 14 horas y 30.8% las llevó a cabo por más de 28 horas semanales. Para los niños, este porcentaje fue de 16.7% y 8.5%, respectivamente.
Carmen Gabriela Ruiz Serrano, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, alerta que en México hay niñas, niños y adolescentes víctimas de trata de personas, en una condición de esclavitud; también hay infantes en actividades agrícolas, mineras y de explotación sexual.
Además, el trabajo infantil incluye toda actividad que pone en riesgo el desarrollo biopsicosocial de las infancias y adolescencias.