El 3% restante fueron sequías excepcionales, con escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos.
El problema de la escasez de agua empeora por la mala gestión gubernamental y la contaminación de las fuentes de agua.
En México, 60% del agua potable proviene de los cuerpos de agua superficiales. De los principales ríos, siete representan 71% del agua superficial del país, distribuidos en la zona centro y sur del país, mientras que sólo 29% del agua superficial se ubica en la zona norte.
"El principal problema de las aguas superficiales es la contaminación, en particular por las aguas residuales, ya sean domésticas, industriales, agrícolas o ganaderas, que en la mayoría de los casos son vertidas sin tratamiento previo y que contienen elementos y sustancias contaminantes disueltas", expone el IMCO.