La escasez de agua en la Ciudad de México, agravada por las sequías presentes en el 70% del territorio mexicano, ha alcanzado a los hospitales e impacta a los hogares de al menos 284 colonias.
Algunos unidades médicas ya operan sin abastecimiento hídrico suficiente, como el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, el más grande de América Latina.
Ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, en el centro de la Ciudad de México, este hospital de 12.9 hectáreas, 65 edificios, que recibe a 15,000 personas al día, ha necesitado un operativo de emergencia de suministro de agua para funcionar.
Desde el 17 de enero, un camión cisterna de 10,000 litros ha llevado agua al hospital al menos 128 veces. El operativo está a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y sigue vigente.
Una situación similar atravesó la Clínica de Medicina Familiar del ISSSTE de Valle Ceylan, en Tlalnepantla, Estado de México. El 8 de marzo, dos pipas le entregaron 40,000 litros de agua “para satisfacer las necesidades primordiales en la unidad médica”, reporta el organismo.
En otros hospitales, con problemas menos severos, la escasez también se nota. No hay agua en los baños cercanos al Banco de Sangre del Hospital Regional “General Ignacio Zaragoza”, en la alcaldía Iztapalapa, una de las más afectadas por la escasez.
“No hay agua ni para lavarte las manos”, menciona una mujer de 35 años, que acudió la semana pasada a donar sangre, requisito para que operen a su madre.
Casi no se nota, pero el agua se ocupa en quirófanos o salas de parto; para la higiene de pacientes y personal; en la preparación de alimentos o el lavado de ropa. Es fundamental en un hospital.
Se estima que un paciente hospitalizado gasta entre 50 y 60 litros de agua al día; un centro de alimentación hospitalaria requiere 30 litros de agua diarios por paciente, y las áreas de enfermedades respiratorias graves, hasta 100 litros al día por paciente, según datos del Programa de Agua, Saneamiento e Higiene de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este organismo internacional también reporta que uno de cada cuatro centros sanitarios del mundo carece de servicios de agua o saneamiento. Aunque este dato se relaciona con la infraestructura, advierte que la falta de agua en clínicas afecta a 2,000 millones de personas y aumenta el riesgo de infecciones.
Los hospitales sin agua son otra cara de la escasez que atraviesa la Ciudad de México, la urbe más importante del país. Sus 16 alcaldías están en sequía severa, según el reporte más reciente del Monitor de Sequía de la Conagua, publicado el 4 de marzo.
Además, las presas del Sistema Cutzamala, que abastece de agua la mayor parte de la Ciudad de México, acumulan 289 milímetros cúbicos, un nivel muy por debajo del promedio registrado entre 1996 y 2021, de 684 milímetros cúbicos.
Por la crisis, el gobierno capitalino implementó un sistema de abasto de agua por tandeo, es decir, que el agua se raciona y se distribuye en horarios o días específicos.
Actualmente, 284 colonias de 10 alcaldías reciben agua por tandeo. La mayoría de estas zonas están en Tlalpan (94 colonias), Iztapalapa (58 colonias), Magdalena Contreras (30 colonias) y Tláhuac (26 colonias).
Especialistas en cambio climático, recursos hídricos y políticas públicas advierten que la escasez va más allá de las sequías. Es producto de una deficiente gestión gubernamental en cuanto al agua, de la falta de mantenimiento a la infraestructura, del cambio de uso de suelo sin límites y del boom inmobiliario.
El #Agua es un recurso natural que se usa para diferentes tipos de actividades cotidianas y que pocas veces se implementan acciones diarias para su conservación. Por ello, es esencial valorar que su existencia depende de cómo la usemos y cuidemos.#JuntosAhorremosAgua pic.twitter.com/bTcQrf8OFi
— Conagua (@conagua_mx) March 14, 2024
El tandeo, consideran, no puede ser la solución ante una problemática que crece y afecta a más sectores.
“Las crisis de agua nos están enfrentando o nos están poniendo frente retos que no pueden ser resueltos así”, subraya Gabriela Alarcón, gerente de Política Climática en Iniciativa Climática de México.
La señora Nayeli vive en una unidad habitacional de Culhuacán, una colonia entre los límites de Coyoacán e Iztapalapa. Hace tres años que a su casa no llega agua potabilizada todos los días, aunque el gobierno capitalino aperturó dos pozos para abastecer esa zona.
“Ellos (las autoridades) dicen que ya el agua se tiene que tandear, y estoy de acuerdo, porque somos mucha gente y el gasto es mucho; pero se acaban de abrir unos pozos, los cuales están diciendo que garantizan 30 años de agua y ahorita no tenemos ni el año y estamos sufriendo esto porque no hay suficiente”, explica.
La frecuencia con la que falta el agua en su domicilio ha trastocado su rutina. Vive en un cuarto piso con su madre, una adulta mayor que necesita ayuda para moverse. Cuando Nayeli no está en casa, la señora no puede bajar al primer piso a esperar que llegue el agua y pueda subir algunos botes a su departamento.
Ella no puede bajar ni siquiera por una cubeta. Sí son situaciones críticas las que se viven aquí”,
Las brechas de desigualdad también existen en esta problemática, que urge ser atendida con políticas integrales, amplias y con perspectiva de género.
“En lo ambiental, las mujeres son las que van por leña, las mujeres son las que van por agua, son las que cuidan a los hijos. El cambio climático y los efectos o las crisis ambientales, evidentemente, pegan de forma diferenciada tanto a las mujeres como a los niños, como a las personas de la tercera edad”, agrega Gabriela Niño, asesora para temas de financiamiento sostenible y climático.
Además, el tandeo o los recortes de agua afectan principalmente a los sectores más desfavorecidos, subraya Arnoldo Matus, socio del área de cambio climático de la consultora EY México.
De las 10 alcaldías de la Ciudad de México con agua por tandeo, en cinco más del 40% de la población vive en situación de pobreza.
Mientras esta problemática es utilizada con fines políticos, en el marco de las elecciones del próximo 2 de junio, los habitantes y ahora hasta los pacientes y profesionales de la salud sufren las consecuencias de la sequía.
A decir de las expertas, hace más de 20 años que se advierte sobre las crisis que vendrán por la falta de agua y poco se ha hecho desde los gobiernos.
Entre 2000 y 2020 la disponibilidad de agua por habitante se redujo de 4 mil metros cúbicos a 3.2 mil y, de seguir la tendencia actual, se espera descienda por debajo de los 3 mil metros cúbicos para 2030, de acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El diagnóstico de los problemas que agravan la falta de agua es claro, coinciden, pero se requiere voluntad política para resolverlos; duplicar el presupuesto del sector e impulsar una política real de mitigación del cambio climático, fenómeno que provoca que las sequías sean más frecuentes y prolongadas.
Si no conservamos, si no cuidamos el agua, si no hacemos nada para reducir emisiones, no habrá ni recurso ni sistema financiero ni sistema económico que soporte las crisis globales”,
Coinciden en la urgencia de proteger los bosques y frenar la construcción de grandes complejos habitacionales en zonas con escasez de agua.
“La crisis que tenemos en el Cutzamala es muy clara. ¿Por qué? Porque se está haciendo un tremendo cambio de uso de suelo en todas las zonas que son los buffer, o los bosques de agua”, subraya Niño.
Mientras esto no ocurre, los propios habitantes implementan acciones que estén en sus manos. En colonias de los límites entre Coyoacán e Iztapalapa, han puesto mantas para advertir a quienes desean alquilar o comprar casas o departamentos en la zona: “No tenemos agua, que no te engañen”.
