Además, el 55% de las personas tienen empleos informales y no ahorran para recibir una pensión contributiva, por lo que dependen de los programas sociales del gobierno federal.
Estas transferencias monetarias también enfrentan problemas para financiarse a largo plazo, debido a que la mayor parte del presupuesto público está comprometido con otras obligaciones y México recauda apenas 17% del PIB en impuestos, menos que el 30% de otros países de América Latina, como Argentina, explica el experto.
“Esto debería estar siendo discusión de diputados, de senadores, porque, entre más nos tardemos en arreglarlo, el problema va a ser cada vez peor para los mexicanos del futuro”, advierte.
México envejece
El pago de las pensiones ya es insostenible para las finanzas públicas y este problema se agudizará al ritmo en que envejece la población. Se estima que en 50 años habrá más adultos mayores de 65 años y menos jóvenes en edad productiva que aporten a la seguridad social o paguen impuestos, con lo que se financia una buena parte de las pensiones.
Los jóvenes van a tener que producir más todavía para apoyar a esos adultos y su carga económica va a ser demasiado alta para la sociedad del futuro”,
Raúl Rodríguez, investigador del ITESO
El cambio demográfico y el pago de pensiones también afectan la finanzas del del IMSS, la principal institución de seguridad social.
Por estas presiones financieras, el IMSS estima que podrá contar con los recursos suficientes para hacer frente a sus gastos hasta 2037, de acuerdo con su Informe Financiero de 2023. Pero, a partir de 2038 sus recursos no serán suficientes para solventar los egresos esperados y se anticipa que el Instituto registrará déficits financieros.
En 2022, el pago de las pensiones que el IMSS desembolsó para sus trabajadores directos fue 501,891 millones de pesos, equivalente al 28% de sus ingresos. El problema es que esta cifra irá en aumento.
El Seguro Social pagaría en 2025 642,411 millones de pesos en pensiones; en 2030 serían 918,795 millones de pesos y en 2052, 2,244,957 millones de pesos. Si el IMSS enfrenta presiones financieras, los servicios de salud que ofrece para la población en general también se ven comprometidos.