Este sábado, la jueza Raquel Ivette Duarte Cedillo revocó la prisión preventiva oficiosa de los militares y estableció tres medidas cautelares: pagar 50,000 pesos como garantía, la presentación ante la Unidad de Medidas Cautelares los días 1 y 16 de cada mes, así como la entrega del pasaporte y la prohibición de salir del país.
Además se estableció la prohibición de acercarse o comunicarse con los testigos o las víctimas y al estado de Guerrero, asimismo requirió a los procesados acreditar su domicilio particular.
Los militares podrían ser puestos en libertad una vez que paguen el monto establecido y con garantías que no habrá riesgo de que se evadan de la justicia.
Los militares se entregaron de manera voluntaria, luego de que la Fiscalía General de la República reactivara 16 órdenes de captura contra miembros del Ejército que habían sido emitidas en septiembre de 2022, pero que posteriormente fueron anuladas.
Su imputación deriva del testimonio del testigo protegido "Juan", quien afirma que los soldados estaban en la nómina del grupo criminal Guerreros Unidos, señalado como el presunto responsable de la desaparición de los normalistas.
Los estudiantes desaparecieron entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando intentaban apoderarse de autobuses para viajar a Ciudad de México y participar en unas manifestaciones.