Acudieron a los festejos patrios integrantes del gabinete como Rosa Icela Rodríguez, Luisa María Alcalde y Raquel Buenrostro, titulares de Seguridad y Protección Ciudadana, Gobernación y Economía, respectivamente. Durante el Grito y el Desfile se pudo observar al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, así como otros invitados especiales.
La gran ausente, pero no por decisión propia, sino porque no fue invitada a la celebración mexicana fue la ministra presidenta Norma Piña. Por esas mismas razones no acudieron las presidentas de las mesas directivas del Senado, Ana Lilia Rivera, de Morena, y la priista Marcela Guerra, presidenta de la Cámara de Diputados.
Ambas legisladoras lamentaron que no hayan sido invitadas, como representantes del Poder Legislativo, como había sido una tradición.
Ana Lilia, sin embargo, sí acudió a la plancha del Zócalo.
Fue el presidente López Obrador quien anticipó que no había enviado invitación a la presidenta de la Corte. “No tenemos buenas relaciones. Es público, es notorio, es de dominio público”, lanzó el mandatario.
“¿El Poder Judicial y el Poder Legislativo están invitados al Grito, presidente?”, se le cuestionó al primer mandatario en la mañanera del 13 de septiembre. “No, no, no, nada más es una representación del gobierno, del Ejecutivo, muy limitada y austera, nada de la parafernalia de antes”, respondió.
“Se han dedicado a estar en contra de la Transformación. Nosotros consideramos, aunque se opine distinto, que están en contra del pueblo y que son representantes de la oligarquía. Son representantes de la delincuencia de cuello blanco, y en algunos casos de la otra delincuencia”, justificó en el caso del Poder Judicial.