“Y si es una estrategia para ocultar un acto de corrupción con las vacunas, con la administración y la aplicación de las mismas. O sea, es más fácil pensar que las familias estamos ocultando a nuestros desaparecidos que pensar que es un acto de corrupción de la 4T durante pandemia”, refiere Grace Hernández.
En el nuevo censo participan los gobiernos y las fiscalías estatales, la subsecretaría de Gobernación, la Secretaría de Seguridad y de Protección Ciudadana, así como “siervos de la nación”, una estructura de la Secretaría de Bienestar.
Al respecto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, afirmó que se requiere de estos funcionarios por la magnitud del operativo para verificar datos. Este lunes, pidió a los familiares de personas desaparecidos no preocuparse por que el nuevo censo tiene metodología.
“No tienen porqué preocuparse. ¿Cuál es la metodología? Está en el protocolo de búsqueda, lo están realizando las fiscalías de los estados, las comisiones locales de búsqueda, la comisión nacional”, dijo.
Las desapariciones, la otra crisis del gobierno de AMLO
La violencia por la que atraviesa México también se traduce en desapariciones. Entre 1962 y el 29 de agosto, en el país han sido reportadas como desaparecidas 292,946 personas, de las que de 111,101 se sigue sin conocer su paradero.
Estos datos se actualizan todos los días en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Antes de 2019, no se contaba con una herramienta en la que se concentrarán los reportes de personas ausentes.
El 85% de los reportes de desapariciones se han registrado a partir de que México le declaró la “guerra” al narcotráfico: 250,527.
De las más de 111,000 personas de las que hoy se desconoce su paradero, el 86% desapareció en los últimos tres sexenios.
En el gobierno de López Obrador se han recibido 112,316 reportes de desapariciones, de ese total 44,207 personas (el 39%) siguen ausentes y se suman al histórico total.
“México está en una situación muy grave en la que cualquier persona puede ser víctima de la desaparición, ya esa desaparición forzada, de particulares o una mezcla de ello”, asegura María Teresa Villarreal Martínez Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Las desapariciones tienen múltiples causas, sin embargo, la impunidad que prevalece en este delito contribuye a que se vuelva un problema sistémico.
“Desde las ciencias sociales, se puede hablar de macrocausas, que son múltiples verdad entre ellas, por ejemplo la gran impunidad y una impunidad que es histórica de décadas y décadas en la que se traduce en que desaparecer una persona no tiene costo o sea no pasa pasar nada, entonces se vuelve un mecanismo eficiente para los fines que se buscan”, agrega la experta.