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Nuevo tropiezo en la entrega de servicios de salud de la CDMX al IMSS-Bienestar

Desde que la Ciudad de México firmó un convenio para traspasar sus servicios de salud a IMSS-Bienestar, las dudas respecto a cómo funcionará el nuevo sistema preocupan a personal de salud y pacientes.
sáb 29 julio 2023 11:59 PM
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El convenio entre la Cdmx y el IMSS-Bienestar establece que en la capital del país se invertirán 8,000 millones de pesos en equipo médicos para 256 centros de salud.

Las autoridades repiten la historia con la implementación del modelo de salud de IMSS-Bienestar. Aunque este programa se convirtió en organismo público descentralizado para enmendar los errores que dejó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), arrastra las mismas fallas que su antecesor.

Desde que el pasado 15 de junio la Ciudad de México firmó el convenio para traspasar sus servicios de salud a IMSS-Bienestar, las dudas respecto a cómo se hará el cambio y cómo funcionará el nuevo sistema preocupan a profesionales de la salud y pacientes.

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Médicos y enfermeras han protestado en varias ocasiones en la capital del país para exigir a las autoridades sanitarias claridad y mantener sus derechos laborales en el traspaso, pues acusan que el cambio al IMSS-Bienestar implicaría percibir salarios más bajos y perder algunas prestaciones.

A un año de que termine este sexenio, el nuevo organismo de salud tiene enfrente retos difíciles de superar para cumplir la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de otorgar atención médica y fármacos gratuitos a toda la población abierta.

Sobre todo porque la población sin seguridad social se ha incrementado. En 2018, 38.8 millones de personas dijeron que no tenían afiliación a ninguna institución de salud y en 2022 la cifra subió a 54.2 millones de personas, según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2022.

El cambio en la Ciudad de México

Tras la firma del acuerdo entre la Ciudad de México y el IMSS-Bienestar, las autoridades gubernamentales aseguraron que los servicios de salud capitalinos mejorarían considerablemente, así como la infraestructura médica y las condiciones laborales del personal de salud, al que prometieron basificación completa.

“Tengan la certeza de que pasar el sistema de salud de la Ciudad de México al IMSS-Bienestar va a traer muchísimas mejorías para ustedes que van a tener todas las condiciones laborales”, afirmó entonces la todavía jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

El convenio establece que en la capital del país se invertirán 8 mil millones de pesos en equipo médico para 256 centros de salud; la basificación de 4 mil trabajadores sanitarios que laboran con contratos eventuales o por honorarios, y un incremento salarial para que ningún profesional médico gane menos de 15 mil pesos mensuales.

Además, el IMSS-Bienestar se hará cargo de los servicios de salud, de la infraestructura y equipo médicos y del personal sanitario.

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Trabajadores descontentos

Sin embargo, trabajadores de clínicas y hospitales de la Ciudad de México se han opuesto a ser trasladados al IMSS-Bienestar porque, acusan, las condiciones laborales empeorarían para ellos y ellas. Desde entonces, se han manifestado para que las autoridades atiendan sus reclamos.

La Unión Nacional de Enfermería Mexicana (UNEM), por ejemplo, ha denunciado que el nuevo modelo de salud del IMSS-Bienestar contempla un mismo salario para las enfermeras, sin considerar si son auxiliares, tienen licenciatura o estudios de posgrado. Esto, asegura la asociación, limita su crecimiento profesional y el pago de salarios dignos y acordes a sus conocimientos y experiencia.

Según la organización, antes, para una enfermera auxiliar, había un salario global integrado mensual de 19,695 pesos a 21,280 pesos. Con IMSS-Bienestar se propone un sueldo de 20,388 pesos. Mientras que para las enfermeras generales había tres categorías y podían percibir entre 19,895 pesos y 28,935 pesos. El nuevo organismo plantea un salario de 23,498 pesos. El nivel más alto es el de las enfermeras especialistas, con un salario de entre 24,910 pesos hasta 31,621 pesos; pero el IMSS-Bienestar lo fijó en 25,229 pesos.

Otros trabajadores han señalado que con el traspaso se pretende considerar a los profesionales de la salud capitalinos de nuevo ingreso y no respetar su sede laboral ni sus horarios.

“El convenio no lo conocemos, los sueldos, los tabuladores, las prestaciones. Toda esa información no se nos ha dado”, sostuvo Raquel López, trabajadora social del Hospital General de Balbuena e integrante del Movimiento Galeno Salud Independiente.

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Permanece la incertidumbre

Como ocurrió cuando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció el Seguro Popular, los profesionales de la salud y de los pacientes regresan a la incertidumbre de no saber cómo funciona el sistema público para brindarles consultas y trabajo digno.

“Con el Seguro Popular, con el programa previo, ya los pacientes sabían a qué servicios tenían derecho. Sabían que no les podían cobrar en las unidades de atención, sabían que había este paquete limitado de enfermedades de alto costo, las de gasto catastrófico. Los trabajadores tenían una situación, algunos, de incertidumbre, porque no tenían prestaciones, eran contratados por honorarios, pero por lo menos tenían cierta estabilidad y tenían un contrato anual”, explica Laura Flamand, coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdad de El Colegio de México.

Incluso, subraya la investigadora, las entidades federativas tenían certidumbre de cuánto dinero recibirían de la federación para atender a la población sin seguridad social. Sin embargo, con el Insabi eso se perdió.

Aunque considera que el IMSS-Bienestar puede hacer mejor las cosas que el Insabi, subraya que también opera con las mismas características que dificultaron el proceso al Instituto de Salud para el Bienestar, como la fragmentación del sistema de salud.

Servicios de salud con calidad

Otro reto que enfrenta IMSS-Bienestar en la Ciudad de México es mejorar la atención médica. En la capital de país se concentran la mayoría de hospitales de alta especialidad, pero en muchas clínicas los servicios son deficientes.

Los errores del Insabi, que ahora el Seguro Social carga sobre sus hombros, van más allá de compras de medicamentos fallidas: alejaron a las personas de los servicios de salud públicos y, en algunos casos, contribuyeron a agravar ciertas enfermedades.

“La esperanza de vida en México bajó en este periodo; el desabasto de medicamentos es rampante y hay un gran número de quejas, ya en el proceso legal, donde la gente dice que se está vulnerando su derecho a la salud porque no tienen acceso a los medicamentos”, explica la doctora Flamand.

Además, subraya, pese a todos los esfuerzos, es preocupante que menos personas tengan acceso a seguridad social en 2022, porque la calidad de los servicios de salud abiertos es menor y la sobrevida de padecimiento como cáncer o diabetes es peor sin seguridad social.

“Estas desigualdades se entrecruzan con otras desigualdades. ¿Quiénes no están asegurados? Son las personas que tienen trabajos en la economía informal, que no tienen contrato, que tienen salarios más bajos y que tienen más necesidades de salud, incluso”, advierte.

Se mantiene la operación sin orden

El IMSS-Bienestar repite otras fallas del Insabi, que se pueden ampliar con su operación en la Ciudad de México. En un informe reciente, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que el IMSS-Bienestar también opera “sin rumbo, sin directriz, sin normas, sin personal ni infraestructuras suficientes, con dudas”.

Al revisar la implementación de ese modelo en el Estudio sobre el derecho a la salud 2023, el Coneval concluye que la población sin seguridad social enfrenta obstáculos para garantizar su derecho a la salud.

Subraya que hay preocupación en los estados del país porque, ante la centralización de los servicios de salud, se registra una pérdida de eficiencia.

A decir de Octavio Gómez Dantés, especialista en salud pública del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los sistemas de salud que mejor operan son los descentralizados, porque conocen mejor las demandas locales y pueden resolverlas de inmediato. Considera que la atención de alta especialidad sí podría continuar centralizada, pero no todos los servicios básicos.

El Coneval agrega que la estructura organizacional del IMSS-Bienestar no empata con las necesidades reales de los hospitales. Además, el nuevo modelo desaparece puestos clave, como coordinadores de enfermería y jefes de programas.

"En ausencia de una visión de hacia dónde vamos, cualquier esfuerzo va a fracasar", alerta el investigador.

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