Además, las compras públicas que realiza el sector salud son las menos competitivas, pues 74% del monto gastado en medicamentos fue adjudicado directamente el año pasado.
Diconsa y Liconsa, empresas administradas por Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), también se caracterizaron por la falta de competencia en sus compras. Diconsa gastó 19,734 millones de pesos en compras públicas y 90% se adjudicó directamente. Mientras que Liconsa licitó solo 18% del monto gastado en compras públicas.
El Índice de Riesgos de Corrupción identifica las prácticas de riesgo en las compras de la Administración Pública Federal con el fin de prevenir y reducir estos actos, explicó el IMCO en un comunicado.
A mayor puntaje en el IRC, donde el tope es 100, mayor riesgo de corrupción existe. Birmex, por ejemplo, obtuvo 70 puntos, 26 más que el año anterior.
Entre las prácticas de riesgo de corrupción se encuentran la falta de transparencia de los contratos públicos, el incumplimiento de la ley que rige las adquisiciones del gobierno y la contratación de proveedores de riesgo, es decir, empresas fantasma sancionadas o de reciente creación.