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40 grados: Las altas temperaturas afectan la operación de hospitales en México

La última ola de calor puso en jaque al sistema de salud, que no está preparado para ante el cambio climático. Sin embargo, estos eventos demandan acciones urgentes para proteger la salud.
mié 05 julio 2023 11:59 PM
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La población y los hospitales públicos resintieron los efectos de tres semanas continuas con elevadas temperaturas en la mayor parte de México.

Enfermos en camillas con un ventilador al lado fue una imagen recurrente en varios hospitales del país durante las tres primeras semanas de junio. Las familias de los pacientes llevaron sus propios ventiladores porque los sistemas de aire acondicionado fallaron ante la tercera onda de calor que se registró en el país.

Del 1 al 22 de junio, las temperaturas superaron los 40 grados centígrados en varias entidades federativas y afectaron la operación de los hospitales públicos con infraestructura deficiente ubicados en los estados más calurosos.

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El personal de salud se vio obligado a trabajar entre sudor, falta de agua y pasillos abarrotados por una demanda mayor de atención, pues el calor ha incrementado la incidencia de enfermedades infecciosas y los casos de deshidratación, insolación y quemaduras.

Las elevadas temperaturas son resultado del cambio climático global y han puesto en jaque al sistema de salud mexicano, que no está preparado para hacerles frente. “En México, evidentemente, los hospitales y la infraestructura hospitalaria no ha previsto, como en muchos países ocurre, tener planes de acción por ola de calor”, señala en entrevista Carolina Gómez Vinales, maestra en Salud Pública.

Sin embargo, estos episodios serán cada vez más frecuentes y demandan acciones urgentes para proteger la salud ante emergencias ambientales.

Los estragos

Fueron 22 días de calor infernal. Tres semanas con elevadas temperaturas en la mayor parte del país y los hospitales públicos resintieron sus efectos. El personal de salud del Hospital Regional de Alta Especialidad del Estado de Veracruz tuvo que salir a las calles a exigir lo básico: insumos médicos, acceso a agua potable y mantenimiento o instalación de sistemas de aire acondicionado.

Durante la protesta, realizada el 23 de junio, los profesionales sanitarios denunciaron la suspensión de cirugías por falta de agua para esterilizar instrumental y quirófanos, pues el calor agudizó la sequía en México.

“Es inaceptable que un hospital esté sin agua y, para colmo, sin aire acondicionado que imposibilita las intervenciones médicas y aumenta los riesgos por el calor insoportable”, declaró entonces el senador veracruzano del PAN, Julen Rementería.

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En el mismo estado se manifestaron médicos y enfermeras de la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS para exigir la instalación de equipos de aire acondicionado. Según reportaron, en este hospital no hay suficientes sistemas de calefacción y los que ya existen no funcionan.

Al norte del país, en el estado de Tamaulipas, las autoridades locales reportaron ocho hospitales con problemas por la onda de calor. Con pancartas en mano que rezaban “Es inhumano atender pacientes sin clima”, profesionales sanitarios del Hospital General “Dr. Carlos Canseco”, de Tampico, protestaron también por la falta de aires acondicionados.

En un quirófano, detallaron, las temperaturas pueden alcanzar entre 43 y 48 grados centígrados y, pese a esto, varios no cuentan con ventilación adecuada. Los sanitarios advirtieron que los pacientes con heridas abiertas corren mayor riesgo de adquirir infecciones en climas húmedos.

La zona de hospitalización para mujeres embarazadas del Hospital “Dr. Rodolfo Torre Cantú”, en Altamira, Tamaulipas, tampoco contaba con ventilación.

Hasta el sur de México también se reportaron afectaciones. En el Hospital General “El Quemado”, de Acapulco, Guerrero, se suspendieron las cirugías por no contar con aire acondicionado ni insumos básicos. Además, en Nuevo León y en Tamaulipas, algunos hospitales sufrieron apagones por consumir energía eléctrica en exceso.

Estos días de calor intenso han disminuido, pero no darán tregua por completo al sistema de salud. Aunque el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) anunció el fin de la tercera ola de calor el 22 de junio, durante los siguientes días al menos cuatro estados continuaron con temperaturas por arriba de 45 grados.

Asimismo, el especialista en meteorología tropical, Víctor Manuel Torres Puente, detalló en una conferencia de prensa que a partir de julio se podría esperar una nueva onda de calor de similar magnitud, aunque aclaró que es un pronóstico reservado.

Si bien el Sistema Meteorológico Nacional ni la Conagua han afirmado que haya onda de calor durante julio, sí han advertido de altas temperaturas que van desde los 30 hasta los 45°. Para este martes, se pronosticaron estas temperaturas en al menos 25 estados.

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Graciela Raga, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, explicó que este año se desarrolla un evento Niño que se pronostica intenso y podría empeorar las olas de calor en 2024. Este fenómeno natural ocurre por cambios en las temperaturas del Océano Pacífico, tanto en su parte central como oriental.

“Tenemos que pensar cómo prepararnos para las olas de calor que, posiblemente, se den en la primavera de 2024”, advirtió en conferencia de prensa.

Aumentan enfermedades

Las elevadas temperaturas han provocado que se disparen las enfermedades asociadas al calor y, ante la falta de medicamentos adecuados y otros insumos, en hospitales de Tamaulipas solicitaron hielos para atender a los pacientes con golpe de calor.

Desde que inició la temporada de calor en México el 19 de marzo de 2023 y hasta el 10 de junio, la Secretaría de Salud federal ha notificado siete muertes por golpe de calor y una por deshidratación; 21 casos de quemaduras, 264 de golpe de calor y 202 de deshidratación.

Sin embargo, sus datos se quedan cortos. En primer lugar, porque su publicación es desfasada. Aunque este informe es semanal, la dependencia lo difunde con dos semanas de retraso.

A decir de la especialista Gómez Vinales, quien fue coordinadora del entonces IMSS Oportunidades, es urgente que las autoridades de salud refuercen la vigilancia de la morbilidad y la mortalidad por temperaturas extremas. Actualmente, sostiene, no hay obligación de notificar de inmediato y las enfermedades asociadas al calor con frecuencia se clasifican mal o no se reconocen.

“Por lo que, precisamente, las muertes relacionadas al calor resultan aparentemente menores de lo que representan los números reales, porque no hay obligación de notificación epidemiológica de ellas”, afirma.

Con el calor, las enfermedades diarreicas agudas han incrementado en 16 estados del país, principalmente en Quintana Roo (45.5%), Durango (26.7%), Campeche (23.1%), Michoacán (22.2%), Veracruz (20%), Aguascalientes (16.7%), Oaxaca (16.7%) y Nayarit (15%).

En lo que va de 2023, a nivel nacional se han atendido 322,169 casos de enfermedades diarreicas en menores de 5 años, lo que representa un incremento de 15.5% respecto al mismo periodo de 2022.

Por las altas temperaturas, los Servicios de Salud de Guerrero han atendido a 10,064 casos de diarrea en niños, expuso la Dirección General de Epidemiología en su último informe sobre esta enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la próxima década ocurrirán 250,000 muertes adicionales en el mundo como resultado del cambio climático.

Infraestructura con carencias

La mayoría de los hospitales donde se reportaron las afectaciones por el calor pertenecen al IMSS-Bienestar. Es decir, operaban a través de las secretarías de Salud estatales, pero sus gobiernos cedieron su administración al IMSS-Bienestar, el organismo público con el que el gobierno federal impulsa la recentralización de los servicios de salud.

Ante los reportes por falta de aire acondicionado, el director general del IMSS, Zoé Robledo, anunció que mantenían constante monitoreo del funcionamiento de 92,610 equipos de enfriamiento y aire acondicionado en unidades médicas, almacenes, oficinas, subdelegaciones y guarderías de la institución.

Es un paso, pero no es suficiente. El cambio climático demanda fortalecer la infraestructura de salud para que sea más segura y, sobre todo, operativa durante desastres naturales y eventos relacionados con el clima.

“Las autoridades federales deben fortalecer los hospitales con mejoras en el diseño y equipamiento, procurar que sirva el aire acondicionado, que haya ventiladores y generadores que no funcionen solamente con diésel”, explica Gómez Vinales.

Si no se cumple esto, detalla, es un círculo vicioso porque los mismos generadores de energías fósiles, como el diésel, provocan contaminación ambiental dentro de las instalaciones sanitarias.

Por ello, la OMS ha recomendado a los gobiernos “ecologizar” las instalaciones médicas con el uso de paneles solares, equipos de eficiencia energética y gestión de residuos. Pero, “a nivel mundial, sólo 0.5% de la financiación climática multilateral se ha atribuido a proyectos de salud”, expone el organismo. En México, el presupuesto destinado al combate al cambio climático y al impulso de energías limpias han disminuido en los últimos años.

“Sería una inversión y no un gasto, el poner energías limpias. Por ejemplo, en la Ciudad de México tenemos un tema ambiental y muchísimas complicaciones respiratorias porque estamos aquí, a la mano de la refinería y la termoeléctrica de Tula, Hidalgo”, explica.

Otro aspecto fundamental es la seguridad de los hospitales. En América, 67% se ubica en áreas proclives a desastres y, ante estos eventos, en los últimos 10 años, 24 millones de personas se han quedado sin acceso a la salud luego de que la infraestructura médica resultó dañada.

Hospitales Verdes

Desde 2009, el cambio climático fue catalogado por la OMS como la principal amenaza para la salud pública. Esta situación coloca a los sistemas de salud en la mira: deben modernizarse para disminuir sus propias emisiones de carbono y mejorarse para permanecer operativos durante y después de un evento climático extremo.

La Red de Hospitales Verdes y Saludables es una iniciativa de la organización internacional Salud sin Daño para promover instalaciones médicas resilientes y sustentables ante el cambio climático. Según sus datos, 70,000 hospitales y centros de salud de 82 países se han unido a este compromiso, entre ellos seis hospitales locales de México.

La onda de calor visibilizó en el país el gran problema climático, que crece en medio de una disyuntiva: destinar un mayor presupuesto a la ecologizar los hospitales cuando todavía no se cubren los problemas básicos de salud ni se cuenta con hospitales con personal e insumos suficientes.

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