La federalización de la nómina de los trabajadores sanitarios es un paso más hacia la recentralización de los servicios de salud y, además, busca evitar que los recursos destinados al sector se desvíen, explicó Jorge Alcocer, secretario de Salud federal.
Con este acuerdo, el IMSS-Bienestar queda a cargo del personal sanitario, la infraestructura médica, el equipamiento, los fármacos e insumos de 71 hospitales, 16 unidades de especialidad y 1,006 clínicas, agregó Zoé Robledo, director general del IMSS.
Detalló que con la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con los gobiernos estatales se acordó la transferencia de las nóminas, que incluye la conciliación de 34,684 plazas de trabajadores de la salud.
“IMSS-Bienestar se convertirá en el prestador de servicios de atención médica pública más grande de todo el planeta”, afirmó.
La transferencia de la nómina y de las unidades médicas es posible gracias a la más reciente reforma a la Ley General de Salud, que establece, además, que el IMSS-Bienestar se financiará con el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), aseguró Robledo.
“Se dio un paso más para fortalecer al IMSS-Bienestar y ese paso fue unir lo que en 1982 se decidió separar, que es el financiamiento público y la prestación del servicio”, expuso.