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Iglesias repican campanas en el aniversario luctuoso de sacerdotes jesuitas

En el aniversario luctuoso de los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua, se convocó a repicar las campanas de templos de todo el país en memoria de las víctimas de la violencia.
mar 20 junio 2023 05:54 PM
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Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, eran sacerdotes muy queridos por la comunidad rarámuri. Ambos dedicaron gran parte de su vida al servicio de los pueblos de la Tarahumara.

En conmemoración del primer aniversario luctuoso de los padres jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, quienes fueron asesinados en la Parroquia de San Francisco Xavier, en Cerocahui, Chihuahua, las campanas de todas las iglesias y templos católicos del país repicaron este martes durante un minuto en punto de las 3:00 de la tarde.

El repique de campanas se llevó a cabo luego de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a hacer un memorial por todas las víctimas de la violencia que hay en el país.

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Las campanas de las iglesias de todo el país, como la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y las parroquias de la Arquidiócesis Primada de México, repicaron como una forma de “clamor por la justicia, como refrendo de nuestro compromiso para construir la paz”.

“Durante ese minuto, invitamos a cada persona a recordar y orar por las víctimas de la violencia y a pedir por la paz”, pidió la iglesia católica.

El repique se llevó a cabo a las 3:00 de la tarde porque a esa fue la hora aproximada en que asesinaron a los sacerdotes jesuitas.

La iglesia católica y la comunidad Jesuita de México invitaron a todos los familiares y amigos de las víctimas de la violencia a participar en estas acción para orar por la paz en el país.

La Compañía de Jesús en México convocó a “avivar la llama del Espíritu en nuestro corazón, para seguir trabajando artesanal e incansablemente por la justicia y la paz”.

Este martes en la Universidad Iberoamericana, durante la ceremonia de investidura del doctorado honoris causa otorgado por el Sistema Universitario Jesuita al sacerdote Francisco José de Roux Rengifo, se recordó también el asesinato de los sacerdotes jesuitas registrado el año pasado.

Roux Rengifo, fundador del primer laboratorio de paz de Colombia, recordó que las víctimas de la violencia son más que números, pues son hombres, jóvenes, mujeres, niños y niñas, "personas que tenían ilusiones, que tenían sueños, que tenían familias".

Por ello pidió que en México se entienda que la salida a los conflictos nunca son las armas. "Las armas llevan a la guerra, todo lo que la guerra toca, la guerra lo daña".

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Jesuitas asesinados en Chihuahua

Este martes, en el marco del aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas también se llevará a cabo una eucaristía en la Parroquia de San Francisco Javier, Cerocahui, Chihuahua.

A las 6:00 de la tarde también habrá una misa en la Parroquia de la Sagrada Familia en la Ciudad de México; y a las 7:00 de la tarde, otra misa en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús en Chihuahua, donde habrá una “procesión en silencio” con veladoras.

El 20 de junio de 2022, en Chihuahua, los sacerdotes jesuitas Javier y Joaquín intentaron salvar a Pedro Palma. Fue entonces que fueron atacados por José Noriel Portillo, alias 'El Chueco', ejecutado el pasado mes de marzo en el municipio de Choix, Sinaloa.

Aunque la iglesia católica en México reconoce que las causas de la violencia en el país son diversas y complejas, ha enfatizado que la injusticia, corrupción, desigualdad y polarización “son algunos fundamentos de esta, que en tanto su gran complejidad, requieren de acciones complejas”.

Por ello han urgido acciones que brinden seguridad a la población mexicana, que mitiguen el sentimiento de amenaza y permitan encaminar el rumbo del país hacia la paz.

ONU-DH reconoce la labor de la comunidad jesuita en la Sierra Tarahumara

Este martes, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) también acompañó las conmemoraciones en Cerocahui.

Durante las actividades, la ONU-DH reconoció la labor de la comunidad jesuita y recordó que las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara necesitan ver garantizados sus derechos a la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo.

"En el contexto de marginación y exclusión que por décadas han vivido las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara, la labor que ha llevado a cabo la comunidad jesuita es un referente en la promoción y protección de los derechos humanos", señaló Jesús Peña Palacios, representante adjunto en México de la ONU-DH.

“Este artero crimen generó un efecto amedrentador, tanto para las personas defensoras de derechos humanos que laboran en la Sierra Tarahumara, como para las mismas comunidades que protegen, poniendo así de relieve la urgencia de adoptar medidas que aborden las causas estructurales de la violencia y marginación en la zona”, agregó.

La ONU-DH lanzó un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a adoptar estrategias coordinadas y efectivas, que coloquen en el centro a los pueblos y comunidades indígenas, y pongan fin al círculo de violencia en la Sierra Tarahumara.

El organismo también refrendó su compromiso para seguir acompañando a las personas defensoras de derechos humanos que laboran en favor de los derechos de las comunidades indígenas en la Sierra Tarahumara y su exigencia por la implementación efectiva de las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

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