La DEA en México y sus polémicas
Una de las primeras operaciones que la DEA llevó a cabo en México comenzó en 1976, a través de un programa de erradicación de amapola, conocido como Operación Trizo.
La operación requería que ciudadanos mexicanos volaran helicópteros donados por EU para rociar herbicidas en campos de amapola en los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua.
El gran número de detenciones resultantes de esta operación causó una crisis económica en las regiones productoras de amapola de México. Por lo que para reducir la agitación social, el gobierno mexicano solicitó formalmente a la DEA que dejara de participar en los vuelos de vigilancia.
La Operación Trizo fue cancelada en la primavera de 1978 a petición del entonces presidente de México, José López Portillo.
La DEA y el agente 'Kiki' Camarena
Años después, en 1985 se registró uno de los eventos que más impacto tuvo en la DEA: el secuestro y asesinato del agente especial Enrique Camarena.
El asesinato del agente de la DEA, condujo así a la investigación de homicidio más completa jamás realizada por la DEA, que finalmente descubrió la corrupción y la complicidad de numerosos funcionarios mexicanos.
El asesinato de 'Kiki' Camera marcó también un punto de inflexión en la guerra contra las drogas en EU, pues la muerte violenta del agente puso a los ciudadanos estadounidense cara a cara con la brutalidad del narcotráfico.
El asesinato de 'Kiki' Camerena derivó también en la realización de la Operación Leyenda, la cual fue una investigación larga y compleja, que se hizo más difícil por el hecho de que el asesinato de Camarena se cometió en México e involucró la participación de importantes narcotraficantes como Caro Quintero, Miguel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo y funcionarios del gobierno de México, incluyendo a varios agentes de la entonces Policía Judicial Federal de México (MFJP).
Las operaciones de la DEA continuaron en México pese al asesinato de su agente Kiki Camerena. En 1992, la DEA instituyó la Estrategia Kingpin que centró esfuerzos de investigación y aplicación de la ley sobre organizaciones de tráfico de drogas específicas.
La DEA planeó inhabilitar a las principales organizaciones atacando sus áreas más vulnerables: los productos químicos necesarios.
Durante todos estos años, los agentes de la DEA trabajaron en México sin más regulaciones formales que las de la propia agencia. Sin embargo, esto cambió en abril de 1990, cuando un médico, Humberto Alvarez Machain, fue secuestrado en Guadalajara por cuatro hombres que se identificaron como miembros de la Policía Judicial de México. Luego, Machain fue conducido a un estado vecino, retenido una noche en un hotel, y obligado a abordar un avión que lo llevó ante autoridades de Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses sostuvieron que el ginecólogo había inyectado a Enrique Camarena estimulantes para mantenerlo consciente durante el interrogatorio final antes de su asesinato en 1985. Fue por ello que funcionarios de EU ordenaron el secuestro de Machain, para que fuera llevado a El Paso, Texas.
Para 1992, durante el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari, México impuso las primeras normas escritas que la DEA había enfrentado en cualquier parte del mundo.
Las reglas limitaron el número de agentes de la DEA en México, designaron media docena de ciudades en las que debían vivir, les prohibió viajar sin autorización escrita del Gobierno de México, les negó la inmunidad procesal, y estipuló que toda información útil de inteligencia “debía ser transmitida inmediatamente al autoridades mexicanas competentes”. También prohibieron las armas. Machain finalmente fue liberado en diciembre de 1992 por sentencia absolutoria dirigida.