La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) despidió el año pasado a su director en México, Nicholas Palmeri, después de que intentara usar fondos de la agencia para pagar por su fiesta de cumpleaños y mientras era investigado por sus relaciones con abogados de narcotraficantes, según The Washington Post.
Palmeri, que estaba encargado de las operaciones de la DEA en México y Centroamérica, rechazó las acusaciones en declaraciones a The Washington Post y aseguró que su "jubilación forzosa" obedece entre otras cosas a una "venganza personal" por parte de otro funcionario de la agenda, al que no nombró.