Pese a las irregularidades con las que operan, de 2021 a 2022 el número de personas migrantes detenidas en las estancias migratorias de México aumentó 43.5%, reportó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
De acuerdo con su Balance Humanitario 2023, esta organización visitó 14 estaciones migratorias mexicanas durante el año pasado y emitió recomendaciones a las autoridades por las condiciones en las que operan; sin embargo, los detalles de las observaciones son confidenciales.
“Sí que hay posibilidad de mejora y por eso estamos ofreciendo nuestro trabajo”, dijo Olivier Dubois, jefe de la delegación del CICR para México y América Central, en la presentación del informe.
Tras recordar el incendio ocurrido en una estancia migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que fallecieron 40 migrantes y por el que se investiga a Francisco Garduño, director del Instituto Nacional de Migración (INM), el jefe regional del CICR urgió a redoblar esfuerzos para impedir que tragedias así ocurran de nuevo.
“Es bastante importante que se hagan todos los esfuerzos para que no se repita. Fue un desastre, una tragedia”, lamentó.
Esta estación, explicó, no fue visitada por el CICR. Sin embargo, apoyaron a las autoridades con el resguardo digno de las personas fallecidas y acompañaron a seis familias de Honduras que perdieron a sus seres queridos en este incendio del 27 de marzo de 2023.
“Esta tragedia visibilizó una problemática y ahora hay discusiones en la sociedad mexicana, con el gobierno mexicano, sobre este fenómeno y las políticas públicas”, expuso.
Olivier Dubois subrayó que la privación de la libertad de las personas migrantes debería quedar como un mecanismo de último recurso y las personas más vulnerables no deberían ser sujetas de estas medidas. Lo que se requiere, subrayó, es atender los flujos migratorios con políticas que respeten los derechos humanos.
El Balance Humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja detalla que la migración en América se ha modificado, con más personas de Haití, Cuba, Nicaragua, Perú, Colombia y Ecuador cruzando México, en mayor medida que las y los ciudadanos de países centroamericanos.
Advierte que, a lo largo del trayecto, quienes migran se exponen a ser víctimas de redes de tráfico de personas, robos, extorsiones, desaparición, afectaciones a su salud física y mental.
“El endurecimiento de los controles migratorios, la instauración de políticas regionales y el requisito de visa para más nacionalidades continúan obligando a las personas a recurrir a medios irregulares para ingresar al país y a buscar rutas cada vez más peligrosas para eludir el control de las autoridades, con consecuencias muchas veces fatales”, alerta.
