Las clases a distancia durante el confinamiento por la pandemia de covid-19 no fueron las únicas que se quedaron cortas en la enseñanza básica. En el ciclo escolar 2021-2022, México implementó modelos híbridos de enseñanza, que combinaban clases presenciales y virtuales. Sin embargo, esta estrategia tampoco dio los resultados esperados porque su adopción fue “desarticulada, improvisada y limitada”, revela un estudio de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Una de las principales fallas en la implementación de las clases híbridas fue que las autoridades educativas del país “no definieron claramente” cómo desarrollar estos modelos en las escuelas primarias y el personal docente debió implementar la estrategia sobre la marcha, con base en su “intuición y experiencia”.