De brazos abiertos a manifestaciones: la relación entre AMLO y migrantes

Faltaban semanas para que López Obrador asumiera la Presidencia de México cuando anunció que entregaría visas de trabajo a los migrantes que quisieran permanecer en México.

“Vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos, ése es un plan que tenemos, el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, una visa de trabajo”, anunció en octubre de 2018.

Sin embargo, Donald Trump fue factor para un viraje en la política migratoria de su gobierno. El expresidente de Estados Unidos amenazó a México con gravar con 5% las importaciones de origen mexicano si no contribuía a frenar el flujo de migrantes que buscaban llegar a tierras estadounidenses.

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Desde ese momento, el gobierno de México desplegó un “muro” para detener a los migrantes, a través de elementos de la Guardia Nacional en las fronteras sur y norte, el cual se mantiene hasta hoy.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hay 27,374 elementos desplegados en el Plan de migración en la frontera norte y sur.

Además del despliegue de elementos de seguridad, también incrementó el número de detenciones de migrantes.

Desde que inició el gobierno del presidente López Obrador, se han identificado a 1 millón 19,450 migrantes, un promedio de 558 cada día.

En cuatro años del gobierno del presidente López Obrador, se ha superado el número de migrantes en situación irregular que se alcanzó en la administración de Enrique Peña Nieto. En los seis años del priista, se identificaron 823,095 extranjeros, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración.

El canciller Marcelo Ebrard lo dejó claro en mayo pasado: “Nuestro país no tiene libre tránsito para cualquier persona”

Migrantes devueltos

En los primeros cuatro años del gobierno actual, han sido devueltos a sus países de origen 446,404 migrantes que no acreditaron su condición regular en México.

Desde 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro para que los ciudadanos de Centroamérica no dejen sus comunidades de origen.

“Nosotros hemos invertido más de 100 millones de dólares en comunidades de El Salvador, de Honduras, de Guatemala”, dijo el viernes pasado.

Pese a esa inversión, en México sigue creciendo el número de migrantes. En 2022, incluso se impuso un nuevo récord. El INM registró 444,439 migrantes en situación irregular y un año atrás ese número alcanzó 309,692.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el número más alto fue de 198,141, que se registró en 2015.

Los gobiernos de Estados Unidos y México han reconocido que migrar es un calvario, que los migrantes son víctimas del crimen organizado y que quien deja su país paga miles de pesos para intentar ingresar a Estados Unidos.

Aunado a eso, los migrantes han sido víctimas de tragedias, como la volcadura de un tráiler en Chiapas que provocó la muerte de alrededor de 50 extranjeros o el incendio ocurrido la semana pasada en una estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua.

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Justo para exigir justicia por la muerte de 40 personas, migrantes se manifestaron en Chihuahua, pero no fueron atendidos por el presidente López Obrador.

El presidente, que ofrecía brazos abiertos a los hermanos migrantes y visas de trabajo, no tuvo oídos para escucharlos. Desde su asiento de copiloto se limitó a sugerir que algunos de ellos habían sido enviados por la gobernadora Marú Campos.