Un testigo de Reuters vio cuerpos alineados en bolsas para cadáveres y confirmó que el fuego había sido extinguido.
"Estoy desde la una de la tarde esperando al papá de mis hijos y cuando hicieron las 10 (de la noche) empezó a salir humo por todos lados", dijo Viangly Infante, de 31 años, de nacionalidad venezolana.
Su esposo, Eduard Caraballo, de 27 años, estaba en una de las celdas de detención dentro de las instalaciones cuando comenzó el incendio y sobrevivió rociándose con agua y presionándose contra una puerta, dijo Infante, quien agregó que vio muchos cadáveres tirados en el suelo.
Un funcionario mexicano dijo que entre los muertos también había inmigrantes de Guatemala y Honduras.
La portavoz de la cancillería de Guatemala, Karla Samayoa, dijo que México les notificó que "al parecer 28 fallecidos eran guatemaltecos". Agregó que según información del cónsul guatemalteco en México, los connacionales fallecidos fueron entrevistados el lunes previo a ser retornados a Guatemala.
El incendio, uno de los más mortíferos de su tipo en el país en los últimos años, ocurre mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces en su frontera compartida.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el incidente "tuvo que ver con una protesta que ellos (migrantes) iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas (...) y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia".
"Lo que sabemos hasta ahora es que son migrantes de Centroamérica fundamentalmente y algunos de Venezuela, los que estaban en ese albergue. No sabemos todavía hasta ahora los nombres y la nacionalidad de los que lamentablemente perdieron la vida", agregó el martes en su conferencia de prensa matutina.