En agosto pasado, Cárdenas Solórzano aseguró que el gobierno de López Obrador no era de izquierda y que no observaba una defensa de la soberanía nacional ni una estrategia efectiva de combate a la desigualdad.
El distanciamiento entre López Obrador y Cárdenas tiene otros capítulos previos. Se dice que cuando el hoy presidente de México llegó a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal no incluyó en su equipo a colaboradores de su antecesor, lo que causó un desencuentro.
Otro más y de mayor relevancia fue por la candidatura del PRD a la Presidencia de la República en 2006. Cárdenas Solórzano buscaba ser postulado por cuarta ocasión, sin embargo, el electo fue López Obrador.
Mientras Andrés Manuel López Obrador renunció al PRD en 2012 para formar su propio partido político, Cárdenas se mantuvo un par de años más. Su salida de partido fue en 2014 tras la desaparición de los 43 estudiantes Ayotzinapa.
¿Ruptura?
La decisión de Cárdenas de formar parte de la plataforma de “Méxicolectivo” propició que el presidente Andrés Manuel López Obrador ya lo considere como su adversario político.
Al presidente se le preguntó si consideraba a Cárdenas Solorzano como su adversario, luego de haberse unido al grupo de políticos, académicos, activistas, deportistas e integrantes de organizaciones de la sociedad que buscan debatir y proponer soluciones a las principales problemáticas del país, a lo que respondió que sí.
“En política sí, si él asume una postura de este tipo. Lo estimo mucho, lo respeto, lo considero precursor de este movimiento, pero estamos viviendo un momento de definiciones y esta ancheta está muy angosta, no hay para dónde hacerse. Se está con el pueblo o con la oligarquía, no hay más, no hay justo medio”, respondió.