En los cuatro años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, México ha caído en 22 lugares en el ranking de felicidad, entre 157 países, y la percepción sobre ese indicador se ha reducido.
The World Happiness Report (WHR), elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ubicaba a México en el lugar 24 en 2018, mientras que en el año que está por concluir ocupa el sitio 46 de 157 naciones medidas.
En cuanto al índice de felicidad, ese estudio marcó para México 6.488 sobre 10 en el 2018 y 6.128 en este año, una caída de -0.36 puntos.
También en la medición del índice de Bienestar Subjetivo, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) marcó para México un valor de 6.4 en 2019, el primer año de gobierno del presidente López Obrador, y de 6.2 en este 2022. La disminución fue de 0.2 puntos.
El Inegi considera tres factores en su medición: balance anímico, satisfacción con la vida en general y con ámbitos específicos de la misma y eudaimonía (felicidad, bienestar o vida buena).
Estas, entre otras cifras fueron compendiadas por la consultora Integralia, que dirige Luis Carlos Ugalde, misma que en ocasión del cuarto año de gobierno del presidente López Obrador mostró la evolución que en 4 años ha habido en los terrenos político, económico y social con base en diversos indicadores cuantitativos.
Aunque la felicidad no es el elemento central del reporte Cuatro años de gobierno 2018-2022 ¿qué dicen los datos? En campaña y aun en 2020, en medio de la pandemia de COVID 19, el presidente destacó la importancia de una medición de ese tipo, pues lo principal es lograr la “felicidad del pueblo”.
Esta no se logra, según el mandatario, acumulando bienes materiales. El 21 de mayo 2020 en su conferencia de prensa matutina el mandatario destacó que hay naciones donde se mide el nivel de felicidad y anunció que preparaba un modelo para que en México también se midiera.
“Estoy ahora trabajando sobre un índice para medir bienestar. Un índice alternativo al llamado Producto Interno Bruto (PIB)”. Destacó que éste incluiría el parámetro del crecimiento, el bienestar, grados de desigualdad social.
“Y otro ingrediente en este nuevo parámetro, este nuevo paradigma: la felicidad del pueblo”, ofreció.
AMLO dice que trabaja en un indicador para sustituir al PIB y adelanta que “no les va a gustar a los tecnócratas”. https://t.co/zkistyWf1m
— Expansión (@ExpansionMx) May 25, 2020
El domingo 27 de noviembre, al encabezar una megamarcha en apoyo a su gobierno de El Ángel al zócalo, el presidente desestimó las mediciones.
En el mitin de cierre explicó que “se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales” y se pronunció por lo cualitativo, pues “el fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores”.
Los mejores resultados de acuerdo a la revisión cuantitativa son para los rubros de educación, empleo y salario; gasto social y recaudación, aunque no en todos los impuestos.
Son embargo, pese al mayor gasto social las cifras no son del todo positivas en cuanto a disminución de la pobreza en los 4 años.
Así, se tiene que la Tasa de desocupación (Inegi) reportó un incremento de 3.36 en 2018 a 3.30 en 2022 una variación de 0.06% a la baja, pero los puestos de trabajo afiliados al IMSS de acuerdo a ese Instituto se incrementaron de 20,079,365 en el año en que inició la administración, a 21,617, 326 en lo que va de este año, aumento de 7.7 puntos.
En salario mínimo, se destaca que de 85 pesos con 77 centavos en 2018 ahora es de 143,58 pesos, incremento de 67%.
Además del minisalario, en programas sociales es donde se registran los mejores indicadores. El gasto en protección social a pesos constantes se incrementó de 819,000 millones de pesos en 2018 a 1,105 millones de pesos este año, un aumento de 34.9%.
En presupuesto para el programa de adultos mayores, el gasto social pasó de 49, 329 millones de pesos en 2018 a 238, 015 millones de pesos, es decir crecimiento de 382.5% en 4 años.
Sin embargo, las cifras de movilidad social e indicadores de carencias sociales no mejoraron en ese mismo periodo. La evolución de personas que pasaron a ser clase media, de acuerdo al Inegi, se redujo, de 42.7 % en 2018 a 378.,2% en 2020. La caída fue de 12.4%.
En los indicadores de carencias sociales, el rezago educativo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), aumentó en 0.2% en cuatro años, pues de 19 puntos pasó a 19.2%.
La carencia por acceso a los servicios de salud, también medido por Coneval, aumentó 12 puntos, pues de 16.2 pasó a 28.2 en los 4 años recientes. La carencia por acceso a alimentación nutritiva y de calidad aumentó 0.3%, de 22.2 a 22.5 en dos años, al 2020, de acuerdo al Consejo.
