Desde 2015, que el SESNSP tiene registro de feminicidios en el país, 5,718 muertes violentas de mujeres fueron clasificadas como feminicidio, las cuales representan el 23.6% de los homicidios dolosos ocurridos en el país en ese periodo.
A nivel local, ninguna fiscalía investiga el 100% de las muertes de mujeres como feminicidio. Hay estados como Sinaloa que indaga el 73% de los homicidios de mujeres como feminicidio, pero en otros, como Guanajuato, ese porcentaje baja a 5.8%.
En México existe un subregistro en el feminicidio. Algunas fiscalías optan por clasificar el delito como homicidio doloso y no como feminicidio, lo que explica el abismo que existe entre las cifras de ambos delitos, advierten especialistas.
“La autoridad tiene muchas resistencias a tipificar el delito, prefiere que quede como homicidio doloso que como feminicidio porque el que se diga que hay un contexto feminicida no es una buena nota para el gobierno del estado, estando en un contexto electoral mucho menos”, expresa María de la Luz Estrada Mendoza, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
La activista indica que las fiscalías y procuradurías de justicia tampoco aplican sus protocolos de investigación de forma adecuada, por lo cual casos de asesinatos de mujeres no se tratan con perspectiva de género y se les sigue revictimizando.
“Las autoridades ante asesinatos donde presumen puede estar algún grupo delictivo esos no los investigan, los clasifican como homicidios. Zacatecas es uno de los estados que en su informe de la Alerta por Violencia de Género indicó que hay asesinatos por crimen organizado y debería atraerlos la federación; pero son feminicidios y la autoridad los clasifica como homicidios dolosos.
“Otro problema es que en los casos de niñas, por lo regular, no se clasifican como feminicidios; entonces, la cifra podría ser mayor. Dicen que no hay una relación de poder, piensan que la relación de poder es entre una esposa y un esposo, dos adultos, no entre una niña y un adulto”, explica.