La doctora Isabel Villegas Mota, jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología en el Instituto Nacional de Perinatología, indicó que, si no se lleva a cabo un buen control de casos, la viruela símica puede salirse de proporciones, debido a los grandes canales de diseminación que ahora tienen las infecciones por la movilidad humana.
“Como una emergencia de salud pública no se le puede restar importancia. El que acabemos de pasar una pandemia de repercusiones sin precedentes no quiere decir que esto tenga menos relevancia. Es un padecimiento que no teníamos en la comunidad y, si bien hay algunas poblaciones que se han considerado de riesgo, todos estamos potencialmente expuestos”, subrayó.
Problemas para diagnosticar
La experta señaló que es complicado diagnosticar la viruela símica porque se puede confundir con otras infecciones virales. También es difícil comprobar que causó la muerte de personas, sobre todo en pacientes con otras enfermedades como VIH o cáncer.
“Ahora la estamos viendo con menos lesiones, con una presentación diferente, o sea, más difícil de diagnosticar. Por eso se ha considerado, incluso, un asunto prácticamente de seguridad nacional, porque sí es un tema de bioseguridad hacer el diagnóstico a través de mandar las muestras solamente a laboratorios autorizados por el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE)”, explicó.
Incluso, hace semanas que la Secretaría de Salud analiza la muerte de dos personas positivas a viruela símica para confirmar si la causa fue esa enfermedad y, a la fecha, no ha dado el resultado.
"De pronto no es tan fácil, porque hay que revisar todo el historial clínico de los pacientes, de quien falleció y esperar si se hace autopsia".
Explicó que la viruela símica tiene un potencial de transmisión de 2.13. “Esto quiere decir que tiene un potencial de transmisión para generar epidemias, y eso es lo que está pasando”, indicó en entrevista.
Al principio de la pandemia de Covid-19, este coronavirus tenía un potencial de 1.5 y después mutó y la variante Ómicron alcanzó un potencial de transmisión de 8.
“Se volvió tan transmisible como el sarampión, que era de las infecciones que más alto potencial de transmitirse entre la población teníamos en el mundo. Ahorita tenemos un R0 de 2.13 (para viruela símica), pero esto puede modificarse, como ya lo aprendimos”, advirtió.