Otros jueces que están señalados en el informe son:
Juez Enrique Beltrán Santes, del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, ha mostrado desconocimiento sobre el desahogo de testigos con reserva de identidad, negándose a aceptar a que, por seguridad, en las diligencias se distorsionan voz e imagen, señalando que no escucha con claridad.
Juez José Álvaro Vargas Ornelas, del Juzgado Quinto de Distrito en el estado de Guerrero, se niega a conocer los asuntos que se le presentan, aludiendo falta de competencia territorial.
Juez César Chávez Souverbille, del Juez Noveno de Distrito en Guerrero, no asume que el delito de tortura actualiza la competencia federal.
Juez Gabriel Domínguez Barrios, del Noveno Distrito en Iguala, liberó el 11 de noviembre de 2019, tras el pago de una fianza de 10,000 pesos, a Marco Antonio N (a) “la Pompi” o “el Cuasi”, quien había sido deportado de los Estados Unidos y detenido en la frontera norte, permitiendo de nueva cuenta su evasión. El 2 de marzo de 2022 modificó la medida cautelar a Carlos N, extitular de la Policía Federal Ministerial, para llevar su proceso en libertad.
Juez Óscar Alejandro López Cruz, del Juzgado Primero de Distrito en Colima, considera que el delito de desaparición forzada es prescriptible.
El Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Morelos, no acepta las reglas de competencia por sistema, al realizar una interpretación equívoca de los transitorios del Código Nacional de Procedimientos Penales.
La Magistrada Lambertina Galeana del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero ordenó la destrucción de los videos grabados por las seis cámaras exteriores del edificio del Palacio de Justicia, argumentando que las imágenes no eran claras porque hubo “problemas técnicos”.