De acuerdo con las autoridades que operaban en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la desaparición forzada fue perpetrada por municipales de Iguala, Cocula e integrantes de Guerreros Unidos. Se cansaron de negar la participación de militares u otras corporaciones de seguridad. Negaron el crimen de Estado.
Su versión, la llamada “verdad histórica”, fue desechada por la Comisión para la Verdad y la Justicia, encabezada por Alejandro Encinas, quien esta semana reconoció que la Sedena pudo salvar a los jóvenes de Ayotzinapa, de quienes no existe indicio de que hoy, casi ocho años después, se encuentren con vida.
Desde el primer momento, padres y madres de los 43 normalistas, además de los sobrevivientes de la llamada “Noche de Iguala”, denunciaron la participación activa de elementos castrenses, a quienes se les solicitó abrir las puertas de los batallones en el sexenio de Peña Nieto para demostrar que no tenían nada que ocultar. Sin embargo, por parte de los militares del Batallón 27 de Infantería, las familias de los desaparecidos solo recibieron gas lacrimógeno y negativas.
“Ustedes también tienen hijos. Ahorita nos tocó a nosotros, pero a ustedes también les puede pasar el día de mañana. Sepan bien lo que hacen porque su presidente (Enrique Peña Nieto) está cosechando problemas. Nosotros no vamos a dejar de buscar a nuestros hijos hasta encontrarlos con vida. Y si algo les llegara a pasar, hacemos responsable al Batallón 27”, les reclamó de frente en 2015 María de Jesús Tlatempa Bello, mamá de José Eduardo Bartolo Tlatempa, uno de los 43 desaparecidos. Los militares se ocultaron detrás de sus cascos y escudos.
El viernes 19 de agosto de 2022, horas después de que la Fiscalía General de la República (FGR) informara sobre la captura de Jesús Murillo Karam, se reveló que un juez federal libró órdenes de aprehensión contra 20 mandos militares y personal de tropa del 27 y 41 batallones, ambos ubicados en Iguala de la Independencia.
Entre las órdenes de aprehensión también destacaron 26 contra policías de Huitzuco, “el lugar de la espinas”; seis contra municipales de Iguala; una contra un oficial de Cocula; 11 contra policías estatales de Guerrero y 14 contra miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
Los delitos por los que se libraron las órdenes de aprehensión fueron por delincuencia organizada, desaparición forzada, tortura, homicidio y delitos contra la administración de justicia, informó la FGR.