La carencia de agua es mayor en el Estado de México, donde 23.9% de los hogares batalla con el acceso al agua. También, en las localidades rurales y en las regiones del país Pacífico-Centro y Pacífico-Sur, que reportan, respectivamente, 16.6, 19.8 y 18.9% de casas con inseguridad del agua.
Estos datos, expone la propia Ensanut, contrastan con la información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), organismo que en 2015 reportó una cobertura nacional de agua potable de 94.4%. “Lo cual indica que 5.6% de los hogares mexicanos no tiene servicio de agua potable en su interior”, señala.
Los hogares que más carecen de agua son los que perciben menos ingresos. Según la encuesta del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), 11.1% de los hogares en el tercil más alto de condiciones de bienestar registra inseguridad del agua, frente al 21.7% de los hogares del tercil más bajo.
Ésta es la primera vez, desde 1980, que la Ensanut incluye información sobre la inseguridad hídrica. Hacer esta medición es relevante porque la falta de agua afecta la nutrición de las personas y eleva el riesgo de desarrollar enfermedades en una región, expone la encuesta. Por ejemplo, cada día, alrededor de 1,000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene, según datos de la ONU.