Por ello, las OSC lanzaron un llamado para advertir sobre los riesgos de las "Escuelas Ultraprocesadas", que son "fábricas de obesidad, enfermedades y deterioro ambiental".
Y es que también se apuntó, en un día escolar se obtuvieron 1,711 residuos contaminantes, tanto de productos etiquetados como de productos sin etiquetar, como vasos y bolsas bolsas de plástico, cucharas, tenedores y popotes.
El informe reveló además que más del 55% del total de estos residuos fueron de empaques de celofán etiquetados por grandes empresas de productos ultraprocesados y que la mayoría de estos fueron de botanas dulces, como paletas y gomitas, y de bebidas azucaradas, como jugos y refrescos.
Como parte de esta auditoria, se realizó también un análisis de los ingredientes y del contenido nutrimental de 20 productos (por ejemplo: Boing fresa, galletas Emperador chocolate, galletas Oreo, Ruffles, Sabritas flaming, Chetos torciditos, Leche Santa Clara sabor fresa, Dan Up fresa) que se identificaron como los más consumidos en la escuela, encontrando que durante la jornada escolar, se consumen hasta 15 colorantes diferentes, como rojo N° 40, amarillo N° 5 y azul N° 2, asociados con cambios en el estado de ánimo, hiperactividad, y déficit de atención en niños y niñas.
Y se encontraron también más de 60 aditivos diferentes, como conservadores, texturizantes y edulcorantes calóricos y no calóricos, que se relacionan principalmente con el aumento de peso y obesidad visceral, problemas metabólicos como aumento de la glucosa en sangre, presión arterial, colesterol, triglicéridos e hígado graso, problemas gastrointestinales y debilitan el sistema inmune.