Las redes que simpatizan con Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, actúan como robots y confunden el ser autónomo con ser traidor, dijo hoy el senador Ricardo Monreal.
Durante una entrevista con la periodista Adela Micha, el morenista reiteró que el proceso para elegir consejeros y consejeras en el partido al que pertenece estuvo mal, y lamentó que sus opiniones sean objeto de ataques.
“Hay una crisis profunda en Morena porque se humilló a los fundadores. Se les dijo que participaran en un proceso abierto y que tendrían posibilidades de ser electos. Pero ya estaba definida la lista, acordada la lista de consejeros. Fue un mal ejercicio”, destacó.
“La crítica seria y honesta me cuesta muchos cuestionamientos de las redes simpatizantes de Claudia Sheinbaum, actúan como robots, duro, duro, por tener una opinión propia o ser de carácter autónomo lo confunden con traición. Es parte del proceso que vivimos en México: la polarización, el odio”, señaló el senador después de no haber participado en el proceso interno de Morena.
“Estoy tranquilo. Yo tengo una posición política. Quiero ser el presidente de la reconciliación nacional. No estoy de acuerdo con la confrontación permanente. Creo que podemos lograr engrandecer al país, sin tanto problema de confrontación”, agregó.
Sobre las irregularidades que se presentaron el fin de semana en la elección interna del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, Monreal dijo que podrían tratarse de un punto de quiebre rumbo a los procesos que se acercan en México.
“La democratización del proceso interno será muy importante. Al presidente de la República le conviene que yo sea su sucesor porque soy un hombre preparado. Soy el más preparado, el que tiene más experiencia política acumulada, no tengo cuentas por resolver ni cadáveres en el clóset. Voy a cuidar el legado del presidente. Lo que está bien hecho se seguirá subrayando”, apuntó durante la entrevista con Adela Micha.
El lunes, Mario Delgado, dirigente de Morena, pidió respeto al senador Ricardo Monreal, quien sostuvo que ante la inminencia de resultados “prefigurados” prefirió no participar en la elección morenista.
Monreal dijo también hoy a la dirigencia nacional de su partido que “debería de ofrecer una disculpa a fundadores y militantes de Morena que se inscribieron de buena fe pensando en que podían acceder a alguna posición de congresistas”.
“Creo que sí merecen una disculpa, pues lo que sucedió no fue un hecho menor”, planteó el legislador.
“Requiere un análisis profundo porque no podemos permitir que prácticas de las que fuimos víctimas se repitan en Morena”, añadió.
También el lunes 1 de agosto, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, minimizó el acarreo, compra de voto y hechos de violencia registrados en la elección de congresistas y consejeros de Morena.
“De lo que yo vi en la ciudad, la información que tengo, son casos aislados en algunos distritos, y en general, hubo una participación masiva, muy, muy participativo el proceso”, respondió al ser cuestionada en conferencia de prensa.
La mandataria acudió el 30 de julio para registrar su voto en una de las casillas ubicada la Biblioteca San Pedro Mártir en Tlalpan, alcaldía donde reside, en el primero de dos días de la elección.
La mandataria calificó la elección como “pacífica y ordenada”, pese a que el propio presidente de Morena en la Ciudad de México, Tomás Pliego, reconoció la presencia de “borregos” y “mapaches” en el ejercicio.
Sheinbaum señaló que en caso de existir irregularidades, es tarea de Morena investigarlas.
“Fue una participación masiva, y en general, pacífica, ordenada. Hay algunos casos en donde hay denuncias, pues ahí donde hay denuncias, el propio partido tendrá que definir a través de su Comisión de Honestidad y Justicia y si hay denuncia a cualquier servidor público, pues evidentemente ahí con la Contraloría y que haga su investigación en caso de que haya habido alguna mala actuación”, comentó.
Antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que en el proceso de elección de consejeras y consejeros de Morena hubo malas prácticas democráticas como acarreos, violaciones e inducción al voto, sin embargo aseguró que fue un buen ejercicio porque participaron 2 millones 500,000 mexicanos y las irregularidades se presentaron en pocas casillas.
