El académico y militante de Morena, John Ackerman, quien junto con la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, integran la Convención Nacional de Morena (CNM), llevó a cabo las brigadas “cazamapaches” y documentó decenas de anomalías.
Esto porque desde antes de la jornada electoral de este fin de semana esa organización cuestionó la apertura indiscriminada del proceso a personas ajenas a Morena para que votaran en el proceso interno, con lo cual se habría viciado todo el proceso.
En sus redes sociales, Ackerman compartió un formato para denunciar las presuntas irregularidades y así “evitar el fraude electoral en las asambleas distritales del 30 y 31 de julio”, según se lee en la página para presentar las quejas.
“Enorme decepción, estamos reuniendo un impresionante caudal de evidencias”, escribió el académico universitario en sus redes sociales, pues -dijo- “nos están lloviendo fotografías y videos” de las irregularidades.
Anomalías focalizadas, dice dirigente
Sin embargo, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, minimizó las anomalías. Según reportó, en total habrían votado 3 millones de personas en un “proceso democrático plural y transparente”, pero reconoció que hay irregularidades, mismas que se investigarán para de ser necesario anular votaciones en algunos distritos.
El sábado sólo se cancelaron las actividades en 11 centros de votación y -aseguró- por “incidentes que provocaron personas ajenas a nuestro movimiento”.
Ese día habrían votado entre 1.5 y 2 millones de personas en 20 entidades donde se instalaron 345 centros de votación, de acuerdo con sus datos.
Este domingo fueron instalados 197 centros de votación en 12 entidades y se esperaba que sufragaran de entre 900 mil y un millón de personas, a pesar de que uno de los estados que fueron a las urnas hoy es el estado de México, el de mayor padrón de todo el país, informó Delgado.
La evidencias
Entre las anomalías más graves que fueron documentadas estuvo la presunta participación de funcionarios públicos.
En la convocatoria compartida por Ackerman, se precisan los casos en los que integrantes de Morena deberían denunciar:
-Distribución de propaganda o de cualquier documento con indicaciones para votar a favor de algún candidato.
-Ataques o calumnias en contra de cualquier candidato.
-El ofrecimiento de dinero o de cualquier dádiva a los votantes.
-El ejercicio de presión o amenaza hacia los votantes.
-El transporte (acarreo) de votantes el día de las asambleas distritales.
-La intervención de cualquier funcionario o empleado de los gobiernos estatales o federal en cualquier momento del proceso de preparación y realización de las asambleas distritales.
-Votar sin estar debidamente acreditado o votar en más de una ocasión.
-Violación a la secrecía del voto.
-Irregularidades en el conteo y el procesamiento de los votos por los funcionarios de casilla.
Decenas de videos circularon en redes sociales de militantes de Morena sobre las anomalías, y todos grabadas por los mismos morenistas.
La denuncia más generalizada quizá fue el acarreo de personas, con o sin promesa de pago o dádivas, y para favorecer alguno de los candidatos.
En cada uno de los 300 distritos hubo 400 abanderados, pero sólo para elegir 10 coordinadores distritales, la mitad hombres y la mitad mujeres, quienes simultáneamente ocuparán los cargos de consejeros estatales, congresistas estatales y nacionales.
En algunos casos se acusó también que las boletas empleadas por el partido carecían de folio. También se denunció que en papeles distribuidos venían los nombres de las personas que debían escribirse en las papeletas. Además se señalaron supuestas reuniones privadas para indicar por quién votar. Los casos fueron ventilados en videos que circularon en redes sociales.
En ellos también se reflejaron filas enormes de ciudadanos para votar en las internas de Morena, muchos de ellos presuntamente trasladados hasta las casillas.