Meses antes, su rancho El Búfalo, en Allende, Chihuahua, fue tomado por 450 soldados de élite. Ahí, fueron descubiertos unos 10,000 campesinos que, según la versión oficial, habían sido llevados con la promesa de ganar buen dinero en el corte de manzana. Los soldados quemaron unas 80,000 toneladas de hierba.
Rafael Caro Quintero pasó 28 años de prisión, entre los penales de Almoloya de Juárez, hoy El Altiplano, y Puente Grande, Jalisco. Había recibido una sentencia de 128 años que se acortó a través de revocaciones y una serie de amparos que desembocó en agosto de 2013 en su liberación.
En 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación anuló el amparo que le dio la libertad y ordenó de nuevo su detención. Desde entonces, según las autoridades mexicanas y estadounidenses, Caro Quintero volvió a operar en la misma región donde en los 80 generó un presunto emporio de tráfico de drogas y creo su leyenda como “el narco de narcos”.
Caro Quintero es detenido en operativo de la Marina
La Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, contaba con dos órdenes de aprehensión en su contra. Por su parte, la DEA mantuvo abierto el expediente del agente Camarena y no dejó de investigarlo. El 12 de mayo de 2016, logró que el Departamento del Tesoro le congelara los bienes a Diana Espinoza Aguilar, identificada como su compañera sentimental y prestanombres. Además, ofreció una recompensa de 20 millones de dólares a quienes dieran información que condujera a su arresto.
Ahora mismo lo requiere por los delitos de secuestro y asesinato, así como ayuda e instigación, posesión y distribución de marihuana y cocaína.
Por su parte, el FBI lo acusa de conspiración para cometer delitos violentos en ayuda del crimen organizado, conspiración, secuestro, entre otros.
Este viernes 15 de julio de 2022, elementos de la Secretaría de la Marina lo detuvieron en una ranchería de Choix, Sinaloa, en la Sierra Madre Occidental, la región donde en los 80 del siglo pasado gestó su presunto poderío que hasta hoy y pese a décadas en prisión, no se ha desmoronado.
Versiones de la Fiscalía de Justicia de Sinaloa (antes procuraduría) indican que en estos años, Caro Quintero se unió a Isidro Meza Flores, “Chapito” Isidro, quien comanda los fragmentos del Cártel de los Beltrán Leyva y también a Alfredo Beltrán Guzmán, “Mochomito”, sobrino de “El Chapo” Guzmán e hijo de Alfredo Beltrán Leyva, también identificado entre los resabios de los Beltrán Leyva.
Autoridades de México indicaban que Rafael Caro Quintero logró convertirse de nuevo en jefe de un grupo identificado como el Cártel de Caborca.